viernes, 25 de febrero de 2011

Plana de la Negra

La pasada semana quedé con mi hermano para salir a caminar juntos. El viernes, por la mañana, vino a buscarme con el coche y, tras un breve titubeo, decidimos encaminarnos hacia la Bardena Negra.  Tomamos la carretera de Tudela a Ejea de los Caballeros y en el kilómetro 17 la abandonamos internándonos en una pista a la derecha por la que ascendimos al plano en el que coexisten las Bardenas Navarra y Aragonesa.

Dejamos el vehículo y  un panel nos puso en la disyuntiva de elegir entre el camino de la izquierda hacia la Punta del Alba y el de la derecha al Plano de en medio. Tomamos el de la izquierda y al cabo de un kilómetro llegamos al emplazamiento indicado. Se trata de un cortado a pico que se adentra en el vacío. No me acerqué excesivamente al borde a causa del  problema  que padezco con el vértigo.

La Nasa al otro lado de la carretera

Bardenas, depresión del Ebro y Moncayo

El panorama era esplendoroso. Frente al punto más avanzado los erosionados montículos ocriverdes de La Nasa. A su izquierda la amplia depresión del Ebro tutelada por un Moncayo ataviado con una nívea falda brillante por los rayos solares. A la derecha de La Nasa, colindantes en la lejanía, las siluetas de la Ralla y el Rallón evidenciando la Bardena Blanca. Más a la derecha la planicie de Aragón mostrándonos el cercano pueblo de Valareña y la distante villa de Ejea de los Caballeros. Como telón de fondo los lejanos picos dorados de los Pirineos entre los que me pareció reconocer, a pesar de la distancia,  los próximos a la ciudad de Jaca. Los buitres, planeando sobre nuestras cabezas, realizaban figuras circulares con sus vuelos.

Bardena Blanca

Senda entre pinos y carrascas

Volvimos sobre nuestros pasos y tomamos una ancha vereda a la izquierda que, según el letrero indicador, nos conducía al Plano de Inca. Nos dio la impresión de que podríamos girar a la derecha para situarnos donde estaba el coche, pero el verde barranco que separaba los dos itinerarios cada vez se hacía más extenso y profundo.

El muérdago amarillea entre los pinos del barranco

El muérdago asfixia a los pinos

Ovejas custodiadas eléctricamente

Anduvimos por la pista, jalonados a ambos lados de carrascas y  pinos, algunos de los cuales aparentaban agonizar asfixiados por el muérdago, perenne parásito y vampiro vegetal que absorbe inmisericorde su savia. Llegamos a una pequeña planicie donde unas solitarias ovejas, custodiadas por un pastor eléctrico, rumiaban los tallos secos del rastrojo. Dimos la vuelta para tomar la ruta inicial que nos llevaría al lugar donde habíamos estacionado.

El Moncayo desde la corraliza

Volviendo a por nuestro vehículo

Dejando atrás el coche proseguimos, por el camino del Plano de en medio que conduce a Sancho Abarca, por espacio de otros dos o tres kilómetros hasta arribar a una corraliza situada en un pequeño alcor. Descansamos mientras hacíamos unas instantáneas y retornamos a nuestro lugar de partida. Montamos en el coche, rodamos por caminos del Plano del Alfarillo y, tras comprobar que no había otra salida, nos dirigimos para bajar la cuesta por la que habíamos ascendido.

De vuelta a Tudela, en vista de que la experiencia había resultado muy satisfactoria, tomamos la determinación de hacer una excursión de este tipo  una vez a la semana. Me dejó en la puerta de casa justo a tiempo para darme una ducha y comer.

10 comentarios:

  1. esta asturiana te da infinitas gracias por compartir y deleitarnos con tu bellisimo paseo. un besin muy grande.

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  2. He descansado un poquito después de la comida, pero me he puesto en línea a tu encuentro antes de volver de nuevo a la calle: merece la pena.

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  3. Siempre a la espera de compartir tus andanzas. Lo de las ovejas , lo del muérdago y El Moncayo, quedará todo como si hubiera estado allí. Hasta la próxima.

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  4. ¡Como disfrutas haciendonos participes de estos paseos!Bonitas fotos y mejores explicaciones. Un fuerte abrazo.

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  5. Jo, vaya tute que os pegásteis. Yo hubiera hecho lo mismo, es una auténtico privilegio disfrutar de la naturaleza de esa manera.
    Creo que he visto buitres en los zoos, en ningún otro sitio.
    Lujazo, gracias por compartirlo.
    Besos y feliz fin de semana.
    Sabes disfrutar de la vida, sin duda.

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  6. No falta de nada en ese recorrido. Qué bonitos lugares frecuentas.
    Muchos besos

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  7. Preciosas fotos y en la lejanía el Moncayo. Un paseo espléndido por paajes casi sin hollar.
    Me imagino lo que disfrutastéis
    Un beso

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  8. La naturaleza además de ser sabia,
    es hermosa.Eres un experto en excursiones e incluido su debido reportaje. Recuerdo que hace años estuve de paso por Ejea de los Caballeros y creo que allí se rodó la pelicula de "La vaquilla"
    Me ha llamado la atención lo de"el pastor eléctrico" que nunca lo había oido.
    Saludos!!!

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