lunes, 23 de marzo de 2015

Madrigal con liras




Se me inflama la vida
siempre que nos miramos a los ojos
restañando la herida
de efímeros enojos
que abruman la existencia con abrojos.

Me rindo a los sonrojos
que surgen de tu faz enfebrecida,
me abrasan los antojos
de almohada compartida
con rumor de mil besos esculpida.

Felipe Tajafuerte. 2015


lunes, 16 de marzo de 2015

Marcilla, casi primavera

Convento de Agustinos Recoletos
Daba la impresión de que la programación de esta excursión a una localidad tan cercano no tenía el suficiente atractivo como para poder realizarse, sin embargo, día a día, el autobús se fue completando y, por fin, en un día esplendoroso emprendimos el viaje. A nuestro paso por Castejón pudimos constatar todavía los efectos de el desbordamiento del Ebro ya que permanecían inundadas numerosas parcelas a ambos lados de la autopista.

Nuestra primera visita fue para el Convento de los Agustinos Recoletos. Un edificio en el que la parte más antigua procede del siglo XVII. Fuimos recorriendo diversas dependencias muy cuidadas llamando nuestra atención por su limpieza y excelente conservación  a pesar de que en estos momentos solamente lo ocupan ocho frailes. 


La iglesia renacentista

Fue el seminario teológico  cuando en los años cincuenta las vocaciones abundaban, pero esos son tiempos pasados.

Claustro

La iglesia data de 1783 y se corresponde con las restauración renacentista. El claustro y un pequeño museo completaron la visita.

Exterior del castillo
De allí nos dirigimos al castillo. Emergiendo de los fosos airosamente, nos sorprendió su pulcra restauración exterior.

Aspecto del interior antes de la restauración

Su interior, minimalista, no recuerda en nada su origen. En él se han establecido todos los servicios municipales dotándolo de vida para una utilidad práctica. 

Patio interior

Solamente se ha conservado una pequeña capilla con sus pinturas. Fue el propio alcalde de la localidad quien nos fue mostrando todas sus dependencias: escuela de música, biblioteca, ayuntamiento, etc.

Pinturas de la capilla

El concurso de "lanzamiento de rabiosa" se celebra todos los años en el foso de este castillo, el único que sobrevivió en Navarra a la orden de demolición de todas las fortalezas navarras dada por el Cardenal Cisneros tras la definitiva conquista del reino. 

Patio y torre del homenaje

El mismo edil nos llevó a visitar la cercana capilla de la Virgen del Plu. Se trata de un pequeño templo de estilo neoclásico, edificada sobre uno anterior del siglo XVI dedicado a San Bartolomé. Llama poderosamente la atención el cromatismo exuberante de los frescos que la recubren, realizados entre 1985 y 2002. Personalmente esas pinturas no me dicen nada, pero debo reconocer que el colorido impacta.

Capilla de la Virgen del Plu
Después de comer, guiados por dos ecologistas colaboradores del proyecto Life+Territorio visón, dimos un paseo por el lugar donde se ha creado una llanura de inundación natural para la protección del visón europeo, el segundo animal en peligro de extinción tras el lince ibérico.

Balsa creada

Escuchamos atentamente sus idílicas teorías sobre los cauces de los ríos. Nosotros, procedentes de un lugar que ha sufrido estos días las catastróficas inundaciones producidas por el Ebro, no llegamos a comprender que todavía mantengan esas afirmaciones, a nuestro juicio tan peregrinas, como que la limpieza de los ríos consista tan sólo en hacer desaparecer las botellas y plásticos de su cauce. Después de oír sus explicaciones al respecto, que a muy pocos convencieron, comprendimos perfectamente la indignación de agricultores y ganaderos, cuya vida y bienestar, tanto de ellos como de sus familias parecen tenerles sin cuidado e importarles menos que cualquier animal salvaje. Al menos esa es la impresión con la que nos fuimos a casa.   


viernes, 13 de marzo de 2015

Cuaderna vía


Los ejercicios que debíamos preparar para la próxima clase eran dos estrofas de alejandrinos de la llamada cuaderna vía, una modalidad poética a la que los entendidos ponen el extraño nombre de tetrástrofo monorrimo, por aquello de cuatro versos con la misma rima.

Puse manos a la obra, sin hacer caso del nombrecico de marras, eligiendo para estas composiciones un tema de plena actualidad en esos días: las inundaciones del río Ebro a su paso por nuestra ciudad que tantos quebraderos de cabeza causó durante esa semana. ¡Y lo que te rondaré, morena! 

Después de varios intentos pensé enviar estos versos que había logrado rimar con harto esfuerzo, puesto que mi caletre no da mucho más de si en estas lides:

Frustración

Después de varios días, Ebro sigue crecido.
Por las calles de nuestra ciudad ha discurrido.
Los vecinos inquietos por este sucedido
comentan entre ellos: nadie nos ha oído.
  
Se encuentran los riberos justamente indignados.
No escuchan sus protestas, están desesperados.
A su suerte se sienten del todo abandonados.
Seguimos como antaño, como siempre: frustrados.

Caí en la cuenta de que el asunto estaba ya muy manido con tanta información en los telediarios, en los periódicos, en la radio, en las redes sociales y... en las tertulias de bar. ¡Vamos, que ya estaba bien de tanta agua! Decidí cambiar de tema y, dado que, para preparar la Javierada, había tenido una copiosa cena con los componentes del grupo Tudelanos por Javier, pensé que estaría bien continuar con un almuerzo al que invitar a mis compañeros de clase. Ni corto ni perezoso les curse la siguiente:

Invitación

Para almorzar tenemos en pebre conejico,
tortilla de patatas, algún caracolico,
chorizo bien picante, salchichón curadico,
aceitunicas verdes y un queso rico, rico.

No acaba aquí la cosa: tenemos buen jamón
al cual acompañamos con tinto del porrón.
De postre leche frita, sorbete de limón,
café, copa, el puro y algún que otro bombón.
  
A gozar de estas viandas a todos invitamos.
Los que vengáis llamad con los codos. ¿Estamos?
Traed unas cervezas, porque nos olvidamos.
No tardéis, venid pronto y, juntos, almorzamos.


Habréis podido observar que, al sentirme tan generoso, añadí un tercer cuarteto por el mismo precio. Las dichosas cuadernas vías no son dignas de ninguna antología, sin embargo el ágape se las trae. Al almuerzo he invitado yo pero, desde ya, advierto a mis compañeros de clase que pagaremos todos a partes iguales, porque predicar no es dar trigo y, además, a escote no hay nada caro. 

lunes, 9 de marzo de 2015

Calurosa Javierada 2015

La mayoría de nuestro grupo, Tudelanos por Javier, como algunos peinamos canas y el resto no tiene nada que peinar, salimos el jueves por la tarde. Una tarde soleada pero con mucho viento del noroeste.

Tomamos el camino de Carramurillo y después de las norias tuvimos que volver a la carretera porque las motas estaban rotas y el Ebro campaba a sus anchas. El cafecico en un abrigo cercano a Murillo de las Limas nos arregló el cuerpo. Las aguas todavía lamían el arcén de la carretera y comienzan a heder.

Iniciamos la subida del estrecho sin más percance que una bajada de tensión de un compañero al que trasladaron rápidamente al albergue. Cercanos ya a éste, el viento soplaba con fuerza y recorría las crestas una frialdad que nos dejaba ateridos. Hubo que abrigarse.

Hacia Arguedas
Desde la altura, los últimos rayos solares daban unos tonos rojizos a las aguas desbordadas del río al fondo del valle. Los últimos kilómetros parecen alargarse junto al último repecho. Llegados al Yugo, vimos a nuestro compañero totalmente recuperado, tuvimos un pequeño refrigerio y aprovechando que alguien bajaba a Tudela me fui con él.


Las tierras inundadas
 
Para las nueve ya estábamos de nuevo en el Santuario. El almuerzo, como siempre, apetitoso. Después de la bendición del peregrino y el canto de nuestra jota ante la Virgen del Yugo, emprendimos la marcha. El día era inmejorable para caminar, con un cielo limpio y un viento suave. 

Los Pirineos nevados a lo lejos
Los Pirineos nevados parecen ser nuestro objetivo. Los aviones, en vuelo rasante, hacían su entrada al polígono de tiro por la Punta de la Estroza y picaban hacia el cielo después de dejar caer su terrible carga. Descanso y comida en la paridera tras abandonar el Plano.

Llegada a la Oliva
Una corta visita a Nuestra Señora de la Oliva, unas cervezas en Carcastillo y llegada a Murillo el Fruto, donde a las siete y media  de la tarde tuvimos la misa de peregrino en la que nuestro grupo toma parte muy activa. Después de cenar, volví a casa a descansar. 

A la misa en Murillo El Fruto
A las siete y media de la mañana salimos para Murillo y llegamos a tiempo para el almuerzo. Contundente porque la jornada iba a ser dura. Estaba descansado pero no había dormido bien así que un voltarén me puso en las debidas condiciones.

Aquí un poco de agua
Temíamos por la situación del camino paralelo al Aragón que llevaba un abundante caudal pero, salvo un punto con una pequeña dificultad y dos mucho más leves, el camino fue totalmente tranquilo.

Aquí estaba peor
Hacía calor pero yo me encontraba en muy buena forma, sin acusar un excesivo cansancio. Algún compañero lo pasó algo peor. Cuando llegamos a Gallipienzo nos enteramos que nuestra comida se había estropeado debido al ajetreo y a la alta temperatura. 

Alegre el caminar
El grupo del pueblo de San Adrián, que comía en el mismo lugar, nos ofreció compartir su calderete del que tenían una gran abundancia. Hubiéramos tenido más que suficiente con las carrilleras estofadas que nuestra intendencia había preparado, pero agradecimos su solidaridad y, dicho sea de paso, su calderete estaba de nota.

La "liviana"
Puestos nuevamente en camino, en los almendros, como todos los años, cumplimos con el acto tradicional, después de reagruparnos en ese lugar, de rezar unas breves oraciones y cantar un par de sentidas jotas. Los almendros que dieron origen a esta costumbre empeoran de año en año y en alguna Javierada posterior constataremos su desaparición. El último trecho hasta Sangüesa se nos hizo, como es habitual, excesivamente largo.

Gallipienzo antiguo
La tradicional foto del grupo en el puente a la entrada de Sangüesa precedió a unas cervezas bien frías, antes de continuar hasta el Yamaguchi. Una vez allí, ducha, aperitivo y cena. La médico de nuestro servicio particular de salud me facilitó una pastillica que me hizo dormir con la tranquilidad de aquellos que se encuentran en paz con Dios y con la hacienda: como un chiquillo. 

Hacia Sangüesa
La mañana del domingo salió fría pero ya apuntaba maneras de que el día iba a ser también esplendoroso. Los ocho kilómetros del via crucis fueron recorridos a buen paso, como si tuviésemos prisa por llegar. Me adelanté un poco para tomar las fotos de la llegada de nuestro grupo. 

En la basílica
A continuación nos dirigimos al último bar que tienen abierto y allí nos repusimos con unos bocadillos de tortilla de chistorra bien regados. Las compras de recuerdo obligadas y hacia la basílica del castillo donde se celebraba la misa. Recogimos una credencial del Año Jubilar Javierano por los setenta y cinco años de Javieradas. La debida visita a nuestro santo Patrón y luego la busca y captura del autobús que nos traería a casa. 

Aspecto de la plaza del castillo
En Murchante, finalizamos con la acostumbrada comida de hermandad donde degustamos el tradicional cocido. Con los últimos cánticos, nos despedimos con los deseos de encontrarnos en la próxima Javierada en el año 2016, recordando una vez más que, el primer domingo después de las navidades, comenzaremos los entrenamientos. 

Hasta el 2016
Esto fue todo en una peregrinación con un tiempo magnífico, con menos gente quizás que en ocasiones anteriores, y en la que me he encontrado muy bien de fuerzas tanto físicas como mentales. En cuanto al grupo, hemos tenido unas bajas accidentales, pero también ha habido algunas nuevas incorporaciones. Como las gallinas, según dicen algunos: las que salen por las que entran.  

sábado, 7 de marzo de 2015

Peregrino


Peregrino           

Caminante y peregrino
que has tomado la salida
empieza con fe el camino
que dé sentido a tu vida
y busca un nuevo destino.

El Yugo lejano queda.
Transita por el sendero,
no abandones la vereda.
Presta ayuda al compañero
y actúa según proceda.

Cuando llegues a Javier,
en ese lugar postrado,
promete otra vez volver
y comienza a agradecer
los dones que Dios te ha dado


Felipe Tajafuerte. 2015      

martes, 3 de marzo de 2015

Manual de instrucciones

La semana pasada, siguiendo las indicaciones de mi profesor, con la obligada extensión máxima de sesenta palabras, procedí a impartir ante mis compañeros las instrucciones imprescindibles para realizar a satisfacción una labor a la que nos vemos abocados todos los días. 

Aunque estos consejos iban dirigidos prioritariamente a los caballeros, usuarios habituales de estas prendas, son de aplicación, de igual manera, para las féminas. Dado que estas normas pudieran ser, así mismo, de utilidad para todos aquellos que se flagelan con la lectura de mis textos, me permito facilitar estas orientaciones a fin de contribuir al aprendizaje de este menester tan cotidiano:



Instrucciones para ponerse los calcetines


Hay que elegir dos, uno para cada pie. Lo idóneo es que sean iguales: llevarlos diferentes indica excentricidad o despiste. Conviene ponérselos sentado al borde de la cama, antes que los pantalones, para evitar opresiones incómodas.  Introducir un pie por la abertura superior que tiene todo calcetín, ajustándolo bien. Procederemos de igual forma con el otro. El orden es indiferente.

Felipe Tajafuerte.2015

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