martes, 28 de junio de 2011

Dance de Tudela

El pasado sábado asistí a la representación del Paloteado de San Juan Bautista en su XXXIV edición, culminación de la serie de actos que conforman el Dance de Tudela que se representó por primera vez el 24 de junio de 1978 y desde entonces se celebra todos los años la tarde del sábado más próximo al día de San Juan, aunque yo quiero recordar alguna que otra representación mañanera cuando todavía se hacía en la calle Robles Pintado.

Dió sus primeros balbuceos en el Barrio de Lourdes de Tudela, al amparo de la parroquia de San Juan Bautista, e inicialmente la música y las danzas eran las propias del Paloteado de Cortes, de finales del siglo XIX, el más famoso y conocido de la Ribera navarra,  pero en 1982 se estrenaron nuevas danzas creadas por los propios danzantes y la nueva música compuesta por Mariano Hernández. 

Trenzado

Paloteado


El Paloteado, junto a la jota, es la manifestación más genuina del folklore ribero. No lo componen solamente las danzas del golpeo de palos y trenzados, sino que la esencia de este son los diálogos, dichos y monólogos llenos de gracia, ironía y agudeza de los que no se libra nadie. Políticos nacionales, regionales y locales son el centro de las puyas del Rabadán y la Pepa, portavoces y desahogo del pueblo llano. Se defienden como pueden el Mayoral y el Alcalde, representantes del poder público. Se da repaso a las obras realizadas, proyectos, presupuestos etc. cualquier incidencia es buena para sacar las vergüenzas de la vida municipal.  

La Pepa increpa al Alcalde en presencia del Mayoral y del Rabadán


Figuran como otros intérpretes el Diablo y El Angel. Interviene también otro personaje entrando y saliendo continuamente al escenario poniendo en solfa las actividades de la clase dirigente y anunciando repetidamente "me voy pero volveré, ya podéis estar seguros, para libraros de mí pasaréis los mil apuros". Es el Tarambana,  crítico inclemente de los cargos públicos y fustigador inmisericorde del pueblo, especie de astuto bufón saltarín bifronte, emparentado con el "bobo" de Ochagavía o con el cercano "cipotegato" turiasonense.

El complemento coreográfico son las danzas, exclusivamente masculinas, realizadas por ocho danzantes que intenpretan las del golpeo de palos, trenzados y jota. Las chicas solamente interpretan la danza del rosco que se realiza antes de este acto y también es parte del Dance.

Todo esto con una puesta en escena colorista en la que ejecutan sus acciones los Alabarderos, Portaestandartes, Abanderados y un largo etcetera, terminando con la procesión que retorna la imagen de San Juan Baustista, presidente de todos estos actos, a la parroquia homónima.

Con los últimos rayos del sol, retorno a la iglesia


Traigo dos citas que me parecen importantes para entender, situar y explicar este espectáculo. El primero de ellos es de José María Jimeno Jurío:
"Es significativo que en el caso concreto de Navarra, sólo los pueblos más próximos e influenciados por el vecino Aragón, son los que guardan noticias de haber tenido paloteado. Serían: Cortes, Buñuel y Ribaforada, en la márgen derecha del Ebro; Cabanillas y Fustiñana en la margen izquierda; Monteagudo, Murchante, Cascante y Ablitas en la Ribera del Queiles; Corella y Cintruénigo en el Valle del Alhama. El paloteado queda por tanto, limitado al sur  y éste de Tudela; sin tener datos de pueblos bardeneros como Arguedas y Valtierra; y siendo escasos, confusos y muy antiguos los relacionados con Tudela."

La segunda cita es de Pedro Miguel Sánchez Eguialde, impulsor del Dance de Tudela, que dice lo siguiente:
"Se podría decir que los Paloteados de la Ribera son fruto de la genialidad de las gentes del Valle del Ebro, que supieron recibir, transformar, hacer y transmitir aportaciones a una creación singular; fruto, exclusivamente, de su dinamismo extrovertido y vitalista." 

Bibliografía:
Luis María Marín Royo: Costumbres, tradiciones y maneras de vivir.

viernes, 24 de junio de 2011

San Juan en San Pedro

 La noche de San Juan es una noche en que el fuego se impone a las sombras en numerosos lugares de toda la geografía española. Esto trae a mi memoria las horas de esta noche mágica transcurridas en un pueblo de la provincia de Soria.

Hace ya unos cuantos años, invitados por unos amigos que tienen su segunda vivienda en la localidad soriana de San Pedro Manrique, nos desplazamos el día 23 de junio, que ese año cayó en sábado, para pasar el fin de semana y disfrutar de los festejos de San Juan. 

Una vez que llegamos, nos mostraron su casa y la habitación en la que íbamos a dormir y nos dirigimos a la plaza del pueblo donde tuvo lugar la plantación del Mayo. Previamente habían hecho un agujero en el pavimento y allí, mediante la ayuda de cuerdas y pértigas, los mozos alzaron el tronco de un alto chopo. Esto lo hemos visto también  recientemente en nuestro último viaje en la ciudad alemana de Prien. Es una costumbre muy arraigada en numerosos países.

Izando el Mayo

Después de cenar, tomamos la cuesta que nos llevó a la ermita de la Virgen de la Peña donde tendría lugar el tradicional Paso del fuego. Cuando llegamos ya había numeroso público ocupando las gradas de piedra existentes en una especie de anfiteatro anexo a la ermita, de tradición románica y tipología gótica, con una puerta de arquivoltas abocinadas. Nos acomodamos donde pudimos. En el centro una enorme pira de troncos, de roble según nos dijeron, daba luz y calor a la fría noche soriana.

Ermita de la Virgen de la Peña

Una vez se consumieron los troncos, extendieron las brasas ardientes formando un manto de unos seis u ocho metros de largo, dos de ancho y diez centímetros de espesor. Las ascuas perdieron poco a poco algo de su color rojo brillante pasando a un gris bermejo. Y a las doce comenzó el paso propiamente dicho.

Extendiendo las brasas

Los mozos descalzos, con los pantalones arremangados hasta las rodillas, cargaban a sus espaldas a otra persona, tomaban aliento y primero uno y después otro, pasaban por encima de la incandescente alfombra en sentido longitudinal pateando con fuerza mientras cantaban en voz alta los pasos: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho... así hasta concluir al otro lado.

Pasando por las ascuas

Yo tenía noticias anteriormente de lo que estaba viendo en ese momento, pero observar in situ, percibiendo el calor de los rescoldos, constatando como saltaban y chisporroteaban a cada golpe de los pies desnudos, era harina de otro costal. No salía de mi asombro. Y así uno tras otro, de ambos sexos, sin que al parecer sufrieran ningún tipo de quemadura. No podía creerlo, sin embargo era cierto y lo estaba viendo con mis propios ojos.

Finalizada esta exhibición volvimos con nuestros amigos para dormir. Era difícil conciliar el sueño. Las imágenes de los pasantes no cesaban de acudir a mi mente y me parecía estar oyendo el enérgico pateo y los ígneos chasquidos.

Por la mañana del domingo día de San Juan, se conmemoraba con una curiosa representación la leyenda de las Móndidas en recuerdo de la liberación del tributo de las 100 doncellas.

Las tres Móndidas de San Pedro Manrique


Las Móndidas de San Pedro Manrique son tres muchachas que vestidas de blanco, con mantones de color, portan sobre sus cabezas unos extraños y floridos cestaños con roscos sanjuaneros. Desde la ermita del humilladero hasta la entrada del pueblo, por una amplia avenida, se inicia una veloz carrera de caballos montados a pelo, sin ninguna clase de montura, y el vencedor recibe los roscos de manos de las Móndidas.

A continuación, en la Plaza Mayor, tiene lugar un festejo en el que se recitan cuartetas alusivas y bailes populares con la presencia de concejales y alcalde vestidos a la antigua usanza dieciochesca.A estos acontecimientos acuden numerosos visitantes, muchos de ellos sanpedranos residentes en ciudades cercanas de las límítrofes provincias de Navarra y La Rioja.

Bien comidos y bebidos abandonamos el pueblo no sin antes adquirir un par de los afamados chorizos de El Collado y el exquisito queso de Oncala.  

En numerosas ocasiones he estado tentado de volver, pero la pereza se adueña de mí y me convence para que me quede en el huerto donde, en lugar de hortalizas, "crío" unas cervezas que hacen las delicias de propios y extraños.

Os dejo un vídeo de la  sanjuanera noche sanpedrana en el que podréis comprobar que no he exagerado ni un ápice. Recomiendo mantengáis el sonido del reproductor puesto que las manifestaciones de los pasadores son muy interesantes. 




Las fotografías no son mías sino entresacadas de la red, concretamente de Beta Inforural.

martes, 21 de junio de 2011

La última sombra

Acabo de terminar esta novelita, ópera prima de mi paisana Ana Hernández Jiménez, con la que ha irrumpido en  el difícil campo de la narrativa esta joven escritora de ancestros sorianos nacida en Tudela hace 28 años. 

La existencia en su último año de instituto de las dos primas gemelas Aldaz,  Julieta y Melibea, cuyos novios el romeo Fran y el calixto Salva (el salvaje) tratan de ocultar su animadversión, así como la de Sito, amigo de Fran y secreto admirador de Meli,  se ven condicionadas por la última sombra, correveidile de los asuntos de Villar del Cuervo, verdadera protagonista que mueve los hilos de las vidas de los personajes y condiciona la historia de sus amores juveniles hasta colocarles en situaciones límite e incluso inducirles al asesinato.

Se trata de un relato fantástico con una trama bien urdida y  con una intriga in crescendo, culminada en la "menudanochenosevenlasestrellas",  que logra enganchar al lector. Una lectura fascinante, sencilla, sin concesiones al lenguaje grosero tan común en escritos cuyos actores son jóvenes estudiantes. La narración se sigue con interés hasta el desenlace final que facilita la lógica explicación de la aparición de las sombras.

La última sombra, es una novela corta, no llega a doscientas páginas, lo cual también es de agradecer. Recomendable para entretenerse leyendo algo sin complicaciones, con una agradable fantasía  y un amable hechizo sin grandes pretensiones, pero que deja un buen sabor de boca. Tampoco es necesario nada más.


Por último, si alguien está interesado en esta novela,  entre otras librerías, se puede adquirir en La casa del libro.

jueves, 16 de junio de 2011

Otro obsequio

Esta vez han sido Katy y DLT, al alimón, quienes me han distinguido con el Premio Sunshine Award, que tiene como fin primordial la relación entre blogueros y la difusión de sus trabajos. Este es el obsequio en cuestión:


Como ya tengo dicho en otras ocasiones, no soy partidario de seguir ninguna cadena, no obstante no desdeño ningún regalo que mis amigos quieran hacerme. Muy al contrario, lo recibo con sumo agrado. Cuando escribo lo hago para mi satisfacción personal pero, por supuesto que me encanta que se reconozca mi labor. ¿A quien le amarga un dulce?. 

De Katy y sus blogs ya hice un comentario en su momento dando nota de su calidad. DLT, cuya identidad desconozco, tiene un interesante , didáctico y ameno blog, desdelaterraza, que hace las delicias de los que lo leemos.

Por supuesto, ambos figuran en mi sidebar como recomendados. En mi opinión,  todos los que ahí están merecen ser objeto de este galardón. Los que me visitáis clicad en sus avatares y  no os sentíréis defraudados.

viernes, 10 de junio de 2011

Encuentro con Viana

Continuando con nuestra excursión, abandonamos la villa de Los Arcos y reemprendemos el viaje hacia Viana. Durante el trayecto, contemplamos un rosario de peregrinos haciendo el Camino de Santiago. Siento envidia de ellos. Es un viejo proyecto aparcado y tengo mis dudas de que algún día pueda realizarlo ya que no termino de decidirme.

Peregrinos y más peregrinos, mochila al hombro, nos acompañan hasta nuestro próximo destino, último lugar navarro del Camino,  a veces por el arcén de la carretera que cruzan y vuelven a cruzar para encontrarse con la senda de tierra, jalonada de flechas amarillas, que  hace la caminata más llevadera.

En corto espacio de tiempo avistamos la población. Descendemos del autobús, traspasamos un arco de la muralla, recorremos una pequeña calle y desembocamos en la plaza. Los espléndidos edificios del Ayuntamiento que luce un deteriorado escudo imperial y la iglesia fortaleza de Santa María se miran frente a frente, separados por la propaganda electoral. Nuestra guía local nos informa que hemos  penetrado por la puerta sur, una de las cuatro que horadan la muralla, mientras nos dirigimos a visitar la iglesia a la que accedemos por una magnífica puerta renacentista lateral en forma de hornacina, profusamente decorada en estilo manierista, dispuesta como un retablo pétreo.


El ayuntamiento y su escudo

La iglesia-fortaleza

Es una iglesia gótica grande, de tres naves y girola, con ínfulas de catedral.  Inició su construcción en el siglo XIII el rey tudelano Sancho VII el Fuerte, el de las Navas de Tolosa, iniciador también de nuestra catedral. Bóvedas de crucería, triforio y cabecera poligonal, sostenidas por contrafuertes entre los que se encuentran las capillas.  El retablo central del siglo XVII está considerado como uno de los mejores del barroco en Navarra.  En el centro de la girola una capilla dedicada a la patrona de la ciudad, Santa María Magdalena, con una curiosísima efigie de la santa con el torso desnudo mostrando sus pechos. Nunca había contemplado una imagen semejante.

Interior de la iglesia

Imágen de María Magdalena

Salimos de la iglesia por la misma puerta que hemos entrado y nos detenemos ante la losa en el suelo que indica el lugar donde, tras curiosos avatares, reposan los restos de Cesar Borgia, fallecido en las cercanía de Viana en 1507 en una emboscada que le tendieron los hombres del Conde de Lerín.


Aquí yace César Borgia

Caminamos por la calle Mayor. Peregrinos por todas partes, reponiendo fuerzas en bares y restaurantes, disfrutando del sol y de la agradable temperatura reinante, dando colorido y ambiente a una ciudad que del Camino de Santiago y del vino obtiene sus mayores ingresos.


La calle Mayor

Antiguo hospital de peregrinos

Hacemos una parada en el antiguo hospital de peregrinos, hoy casa de cultura, y llegamos a los restos de la iglesia de San Pedro, anterior a la de Santa María. En la actualidad las ruinas están muy bien conservadas tras muchos años de dejación. Es un bonito lugar donde se puede apreciar lo que debió de ser semejante edificio y todavía se pueden apreciar algunas pinturas de estilos variados que han sido restauradas.  


Restos de la Iglesia de San Pedro


Damos por finalizada, no sin antes degustar una cervecita, nuestra visita a esta ciudad que da nombre al principado que actualmente ostentan Don Felipe de Borbón y Doña Letizia como herederos del reino de Navarra. El título de Príncipe de Viana fue instituido por el rey navarro Carlos III El Noble en Tudela el 20 de enero de 1423, para su nieto Carlos, hijo de Blanca y Juan II de Aragón. Carlos de Viana debiera haber reinado en Navarra si su padre no le hubiese arrebatado el trono. Pero esa ya es otra historia.



lunes, 6 de junio de 2011

Pérdidas

Desde hace algo más de quince días he perdido la relación de mis seguidores. Ha habido problemas con Blogger y yo no he podido recuperarla. Es una lástima porque a mi me gustaba ver el grupo de mis amigos cuando entraba en mi blog. He tenido que recurrir a otro gadget debido a que el anterior no me funciona y ahora me toca esperar a que los cincuenta que ya figuraban se vayan incorporando poco a poco. Me llenaría de satisfacción el poder contar de nuevo con ellos.

No digo con todos porque esto ya es imposible. Uno de mis seguidores era mi hermano. Un fatal accidente de tráfico en el que falleció instantáneamente  hace imposible que vuelva a encontrarse entre ellos. 

En él tenía un lector asiduo e incondicional, siempre generoso en sus juicios hacia mis escritos. Un ameno compañero de andaduras que, como buen cazador, me facilitaba información precisa sobre la fauna con que nos topábamos y que yo utilicé en alguno de mis post. Se nos han truncado las excursiones semanales que teníamos previstas. Tendré que volver a hacerlas acompañado solamente de mi dolor y mis recuerdos.

Foto que le hice en el Cabezo del Fraile

Ávido de historias de nuestra tierra, me instaba a que escribiera de tal o cual tema. Cuando hacía mis redacciones tenía muy presente que él estaba pendiente de ellas.

- Cuando vuelvas de Austria termina la excursión de Viana, me dijo en el momento de la despedida. Y después cuenta algo del viaje.

El cruel aldabonazo de una llamada telefónica nos sacudió irrumpiendo en nuestro periplo haciéndonos regresar apresuradamente aturdidos por la fatal noticia. Llegamos justo a tiempo para las exequias.

Simplemente por no defraudarle merece la pena que me reponga y comience a juntar letras  con la sensación de que está, como siempre,  pendiente de lo que yo narre. ¡Va por tí, Julián! 

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