miércoles, 29 de noviembre de 2017

Virtual


Calamus, un hombre felizmente casado. Medusa, una divorciada indiferente al amor. Ninguno de los dos deseaba nada fuera de esos encuentros virtuales que cada vez se prodigaban más. Ella buscaba en las entradas de su bitácora los delicados detalles de una escritura armoniosa. Él recorría con avidez los comentarios recibidos hasta encontrar el conocido avatar que la identificaba. 

Al poco tiempo, Mario dejó de ser un hombre felizmente casado y Elena una divorciada indiferente al amor.



Felipe Tajafuerte. 2017

sábado, 25 de noviembre de 2017

Vuelta a las andadas.



Parecía que en la última celebración se habían encauzado las cosas, pero el pasado viernes volvieron a cambiarse las tornas. Dos asociaciones celebraron, coincidiendo día y hora,  una la cena homenaje a la Elástica tudelana y la otra la cena homenaje a la Boina. De esta manera, aquellos a quienes nos gusta seguir estas tradiciones nos tenemos que dividir eligiendo una u otra. 


En su día comenté, recogiendo la opinión de numerosos tudelanos, que procedía una solución intermedia: festejar ambos eventos en dos viernes consecutivos distintos, uno para la boina y otro para la elástica, aunque el pregón fuese conjunto en la primera celebración. Así lo hicieron el año pasado. Por lo visto, al parecer, la idea es pésima a juzgar por la no repetición y la poca o nula aceptación suscitada en los responsables de la organización. No han hecho ni puto caso, ni a mí, ni al resto de concurrentes que solicitamos el acuerdo y mantenemos estas tradiciones con nuestra asistencia. Ellos a su bola, el uno por el otro la casa sin barrer.

En Tudela somos así. Tenemos dos agrupaciones corales, El coro Fernando Remacha y el Coro Joaquín Gaztambide, dos escuelas de jotas, la municipal Raimundo Lanas y la de Camino Martínez. En ambos casos, unas han nacido de una escisión de las otras y, por tanto, son como el agua y el aceite. Podría añadir algún incidente más, pero no quiero seguir metiendo el dedo en el ojo, y menos en el ajeno. Menos mal que también tenemos dos universidades la UNED y la UPNA, dos semanarios locales, Plaza nueva y La voz de la Ribera, tres comparsas de gigantes y cabezudos, tres museos, dos templos románicos, la Catedral y la Magdalena y hasta dos altos cargos eclesiásticos, el arzobispo  de la diócesis de Pamplona que, a su vez, es obispo titular de la de Tudela, y el obispo auxiliar para nuestra ciudad. Por tener, tenemos nada más que cuatro cuerpos policiacos: local, foral, nacional y la Guardia Civil. 


Bueno, que me voy por los cerros de Úbeda y quedan un tanto lejanos. Dejando de lado el asunto de ambos homenajes y ágapes, que tienen una mala solución aparente a corto plazo, debo decir que muy bien por el grupo murchantino con sus tostadas de ajo, bien por los Gaiteros de Tudela en su acompañamiento musical, y sólo regular el tema de las tapas de chistorra gratuitas en los establecimientos del bebercio. Propongo esta sugerencia a los organizadores: sería muy conveniente indicar en los carteles anunciadores el nombre de los bares que colaboran en este asunto, porque hay algunos que se aprovechan sin poner bota ni alforja. No acompañan nada con la bebida, costumbre muy arraigada por estos lares, y te cobran sus pinchos y no por un módico precio precisamente. Yo ya tengo vetados a un par de estos lugares pues en uno de ellos nos dieron la clavada y en el otro nos tomamos el vino a palo seco.

Este año, en esa noche, volvimos a tener de nuevo pregonera. Milagros Rubio, con boina y elástica muy bien puestas, en su condición de mujer de letras, que no de política, pronunció un hermoso pregón armonizado con una conjunción de heptasílabos y alejandrinos blancos líricamente entremezclados, como homenaje a la Boina y la Elástica tudelanas, que, por ende, fue un precioso canto a Tudela. 

Milagros Rubio y Pepe Alfaro (Foto de Jesús Marquina)

Acompañándola, además de un atento público interesado y el incombustible Pepe Alfaro, estuvimos algunos de los que hemos tenido la fortuna y el honor de haber pasado por las mismas labores pregoneriles que Milagros: Isidro López Fumero, Luis González "El jabonero", José Luis Zardoya Molinos y un servidor. Faltaron a la cita Inma Benítez  "Minina" y Fermín Aguado Pérez.  

Para finalizar esta entrada como mandan los cánones, doy mi más cordial enhorabuena a Milagros Rubio por su pregón, cuyo texto me ha facilitado amablemente y que hago extensivo para general conocimiento.

VII Pregón en homenaje a la Boina y Elástica tudelanas.

Languidece el otoño en mullidas alfombras
de abatida hojarasca.
El Ebro en sus espejos recoge enriquecido
el curso de los siglos.

Celtíberos, vascones, aragoneses, mecen
sus huellas en el río.
Mudéjares, judíos, muladíes, mozárabes
perfilan la Mejana en desiguales arcos
amarrados al puente.

Se desvanece el tiempo en quebrados recodos
Flotan en sus torrentes los impulsos de Muza,
del Ciego de Tudela las derramadas lágrimas,
la luz de Benjamín en venturosos viajes,
la prolongada sombra de sabiofuertes Sanchos.
Sinagogas, mezquitas, palacios, catedrales…
esparcen sus vestigios entre prados y sotos.
De nombres no nombrados yacen en los meandros
las diluidas sombras de eminentes mujeres.

Nuestro río es liceo de acaudaladas aguas.
Su historia navegable transporta la memoria
que amamanta la savia de nuestra filiación.
El Ebro es río fuerte. No es arroyo sin vida.
Es vida en desarrollo rebasando meandros
hasta llenar la luna de compartidos sueños.

Ayer es hoy, mañana, el día que vendrá
encauzando el camino que un día será culmen
en nuestras Facultades, afluyendo saberes
que soñó Teobaldo.

El Ebro porta aludes de nuevos manantiales.
Plural, diverso, libre, corre hacia su destino
engendrando aluviones, eméritos pilares
de nuestra identidad.

Próspera identidad cargada de afluentes
donde ideamos próximos motivos de ilusión.
Nuevas naves navegan. Tudela estrena afán
manteniendo utopías, recuerdos, experiencias
de siglos perdurables.

Cambiemos, conservemos, crezcamos sin crecernos
acompañando el curso fluvial de nuestra historia.

Somos por lo que fuimos. Borremos lo ominoso.
Tiremos al barranco violencias, miedos, hambre,
xenofobia, miseria, odios y fanatismos.
Olvidemos corsés, rigideces, batallas,
exclusiones, dictados.

Remontemos el vuelo.
Rescatemos lo noble de nuestros idos lustros:
la convivencia, el verso, lo diverso, la paz.

Abramos nuestras fuentes a todos los arroyos.
Siendo tiempos difíciles, tenemos existencias,
surtido solidario de altruista cobijo
al margen de banderas, de credos, de color.

Amparemos amores contra sed de ternura.
Abriguemos la mente calzándonos la boina
Boina que quita penas
Boina que da cobijo a  nuestras dignidades
Boina que roba espantos a cualquier amenaza
Boina que aúna el ayer al hoy del labrador.
Boina que no distingue entre hombres y mujeres,
boina que enfrenta el cierzo a la orilla del frío
para seguir nadando contra viento y marea.

Arropemos la vida colmando de valores
nuestro arca de Noé.

Vistámonos la elástica al saltar a la Nave
de la supervivencia. Sintámosla en el cuerpo.
al unir nuestras huellas de tiempos ya lejanos
a las que dibujamos por nuestra decisión,
resguardando el latido que nos mantiene en marcha.

Rescatando lo noble, borrando lo ominoso,
ciñendo a nuestra piel cálidas boinielásticas,
abriendo nuestras puertas,
remaremos los siglos.
Arropando su historia a lo ancho del Ebro,
proseguirá Tudela portando en su mochila
mestizaje, cultura, cambios y tradición.

Languidece el otoño. 
Tonifica Tudela sus nuevas primaveras.




jueves, 23 de noviembre de 2017

Hay cosas que me gustan



Confieso que me encanta
dibujar caracolas en la luna,
colarme en una fiesta de sirenas,
plantar las olas del amanecer,
ver el calidoscopio de las tardes
de otoño y admirar el terciopelo
de las puestas de sol.

Y que también me agrada
el grito silencioso de luciérnagas
embriagadas de estrellas,
la oquedad que protege a las hormigas
de la desafinada melodía
de los grillos rapsodas,
ignorar el futuro de los idus de marzo
que todavía no han desovado el mañana
y observar el pasado de reojo.

Pero no sé por qué me gusta tanto
soñar con un presente verbal de subjuntivo.






Felipe Tajafuerte. 2017

lunes, 6 de noviembre de 2017

Si quisieras


Si tú quisieras,
movería los montes,
pintaría el mar blanco donde bailan los peces
con el color magenta de un nuevo atardecer.

Si tú quisieras,
sembraría la noche
de estrellas fugaces dibujando alfileres
en las constelaciones vestidas de satén.

Si tú quisieras,

compondría canciones
de mis propios poemas y abriría las fuentes
de un cromatismo vivo con mágico pincel.

Si tú quisieras,
inhumaría el cofre
de las pulcras palabras que los poetas vierten
lamiendo mis heridas junto al viejo ciprés.

Si tú quisieras,
como quisiste entonces,
cultivar las veredas de aquel amor silente...
En fin, si tu quisieras, todo podría ser.



Felipe Tajafuerte. 2017

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