Hoy hemos realizado una pequeña excursión con nuestra asociación de jubilados Albea al lugar donde comienza el llamado Camino de Santiago francés, allí donde los caminantes se convierten en peregrinos tras recibir la bendición del prior de la Colegiata. Destino: Roncesvalles, en eusquera Orreaga.
El pronóstico meteorológico se ha cumplido. Una fina lluvia nos ha dado la bienvenida impidiéndonos disfrutar del bello paisaje de bosques y montañas, coronadas estas con una densa niebla.
Comenzamos con una visita al pequeño museo en el que se exponen piezas de gran interés. Entre ellas, el Ajedrez de Carlomagno, un relicario del siglo XIV de plata dorada y esmaltada, en forma de damero que dicen perteneció al emperador franco e inspirador de la novela de Katherine Neville El ocho; un evangelario de plata del siglo XII obra cumbre de la orfebrería medieval navarra; la Virgencita del tesoro del siglo XIV de madera forrada de plata; el cuadro de La Sagrada Familia del divino Luis de Morales y la esmeralda que Sancho VII El Fuerte arrebató a Miramamolín en la batalla de Las Navas de Tolosa. Indudablemente hay muchas más cosas, pero estas son las que más han llamado mi atención.
Interior de la iglesia de N.S. de Roncesvalles |
Seguidamente visitamos la iglesia, construida en estilo gótico francés, a caballo de los siglos XII y XIII, por iniciativa del rey Sancho VII el Fuerte que la eligió para su mausoleo. El altar mayor está presidido por una bellísima imagen de Nuestra Señora de Roncesvalles, una talla del siglo XIV de madera forrada de plata. A través del claustro penetramos en la capilla de San Agustín, antigua sala capitular, en cuyo centro se ubica el sepulcro del rey tudelano. La losa que lo cubre, de mediados del siglo XIII, es una efigie que refleja la verdadera e imponente estatura del monarca; según los resultados del estudio de su fémur, medía entre 2,10 y 2,20 metros; un auténtico gigante en esa época.
Sepulcro de Sancho VII El Fuerte |
En el altar, en el suelo, un cojín con unos eslabones de las cadenas que se trajo el rey de la batalla de las Navas de Tolosa y configuran el escudo de nuestra Comunidad Foral. El resto de las cadenas se encuentran en la catedral de Tudela y en el Palacio de Navarra. Sancho VII el Fuerte fue enterrado, cuatro años después de su muerte, primero en la iglesia y después en esta capilla tras su traslado de la iglesia de San Nicolás de Tudela donde se le había inhumado inicialmente. En la pared del lado de la epístola, una gran vidriera conmemora los hechos de la batalla mencionada anteriormente.
Las cadenas de Miramamolín |
A continuación nos trasladamos a la pequeña iglesia de Santiago, un templo gótico del siglo XIII, para terminar en la capilla del Espíritu Santo o Silo de Carlomagno. Esta capilla, considerada la edificación más antigua del conjunto, se alza sobre el pozo que servía de osario de peregrinos. Se supone que también están enterrados aquí los combatientes francos caídos el 15 de agosto del año 778 en que tuvo lugar la batalla de Roncesvalles. Volvía Carlomagno de la fracasada expedición para la conquista de Zaragoza cuando, después de saquear Pamplona, los montañeses vasco-navarros, en venganza, le tendieron una emboscada en los desfiladeros de este lugar. Dejaron pasar al grueso del ejército y, acto seguido, cayeron sobre la retaguardia arrojándoles dardos y grandes peñascos. Hubo gran mortandad entre las filas carolingias, un verdadero desastre. Uno de los fallecidos fue Roldán, el Cid Campeador de los francos.
Iglesia de Santiago y Silo de Carlomagno |
La Chanson de Roland narra deformadamente estos hechos unos tres siglos después de sucedidos y divulga el nombre de Roncesvalles por toda Europa. Como respuesta a las pretensiones del Cantar de Roldan surgen en España los romances de Bernardo del Carpio, haciendo de éste el héroe que derrotó y dio muerte a Roldan en Roncesvalles. Recordad aquello de:
¡Mala la hubisteis, franceses,en esa de Roncesvalles!
Exterior de la Colegiata de Roncesvalles |
Con este visiteo se nos ha echado encima la hora del yantar. La lluvia como los Ojos del Guadiana: ahora sí, ahora no. Comemos bien atendidos en uno de los restaurantes del pueblo y, como no cesa de lloviznar, iniciamos el regreso puesto que, a las seis de la tarde, tenemos prevista una cita para recorrer el castillo de Olite.
Felices fiestas a todos los navarros, a todos los pamplonícas, en especial al señor Tajafuerte de Tudela. Un saludo afectuoso desde Galicia.
ResponderEliminarGracias Jesús. Las fiestas de Tudela son después de las de San Fermín, comienzan el día 24 y acaban el 30. Un saludo
EliminarNo conocía el museo por dentro, estuve una vez en Roncesvalles pero únicamente para llevar a mi hija ya que iba a hacer el Camino de Santiago en bici, lo puedes ver aquí.
ResponderEliminarPor cierto me has aclarado lo de Roncesvalles, y Orreaga.
Un saludo
Veo que os hizo mejor tiempo que a nosotros. Hay lugares en Navarra que tienen las dos toponimias como Roncesvalles, entre ellos Pamplona (Iruña), Estella (Lizarra), Valcarlos (Luzaide), Santesteban (Doneztebe)y otros muchos. Saludos
EliminarBuen yantar amigo Felipe!!!! Pues ante dura jornada de camino hay que cubrirse bien las espaldas!!!!
ResponderEliminarBien bonito hacer parte del camino de Santiago y más la parte francesa.... sabes que por cerca de mi huerta en Jaca pasa el camino de Santiago???? Aunque nunca lo he hecho de verdad... te digo que a Santiago de Compostela ya he ido y venido alguna vez!!!! Una magia hacer la ruta!!! Suerte la vuestra!!! Besos cariñosos desde Cáceres.
PD. Sobra decir que las fotos son fiel reflejo de lo que narras.
Hacer el camino es una espina que tengo clavada, pero me temo que no voy a sacarla. Si lo hiciera, sería el del Ebro que en Logroño empalma con el francés. De todas maneras opino como aquel a quien preguntaron donde comenzaba el Camino de Santiago y contestó: En la puerta de tu casa. Besos
EliminarHace unos años paseamos por ese mismo lugar e incluso asistimos a misa. Fue un día muy interesante y ahora lo recuerdo con un cariño muy especial.
ResponderEliminarNo me extraña nada que lo recuerdes con sumo agrado. El lugar lo merece. Un beso
EliminarTe estoy acompañando en tu relato.
ResponderEliminarSaludos.
Átate bien las botas porque son 790 kilómetros a pie desde Roncesvalles a Santiago de Compostela. Un abrazo
EliminarEstuve allí hace unos pocos años, pero tengo aún un vivísimo recuerdo de aquellos parajes. Está todo tan bien explicado que poco más puedo decir. Cerca en lo alto del puerto de Ibañeta, junto a la campana que se hacía sonar para auxiliar a los peregrinos durante las ventiscas, estos plantaban sus cruces dejando constancia de su paso por el camino. Puede que algún día me anime a publicar algo sobre aquellos maravillosos parajes tan llenos de historia; aunque el listón ha quedado a una altura difícil de alcanzar. Un abrazo Felipe.
ResponderEliminarEstoy seguro de que, tratándose de historia, tú lo harás mucho mejor que yo. Un fuerte abrazo
EliminarComo con las cadenas de Miramamolín, así estoy yo encadenado a tu prosa viajera.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Deseo que las cadenas que nos unen sean cada vez más sólidas.Un caluroso abrazo
EliminarEstuve aquí escasos un mes. Recorrí algo de Navarra. Los post para después del verano.
ResponderEliminarMuy grato releerlo y visitarlo de nuevo de tu mano.
Un abrazo
Esperaremos pues a que transcurra el verano, hasta entonces, un abrazo
EliminarNo conozco el sitio, pero en esta casa le entran a una unas ganas de viajar que ni te cuento.
ResponderEliminarUn abrazo Felipe.
Anímate, creo que disfrutarías y quizá tomáramos contacto. En esta "tierra de diversidad", "ir es volver", "te quedarás..." (slogans de nuestro turismo).
EliminarUn fuerte abrazo
Cada vez que enciendo el ordenador voy a tu bloc.Si no hay nada nuevo, pienso ¡Vaya!. El de Roncesvalles,como siempre y, además incluidas las fotos, MARAVILLOSO.
ResponderEliminarAprovecho también para felicitarte por tus dos años de Bloc que tan buenos ratos nos haces pasar. Eres un ejemplo para muchos jubilados,que no saben que hacer con su tiempo libre.
Un fuerte abrazo.
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Bueno, cuñada, cada uno disfruta de la manera que más le satisface. Deseo no defraudar. Un beso
EliminarInteresante como siempre, amigo Felipe. Y ahora que están en fiestas un ¡Viva san Fermín! o sea, ¡Gora san Fermín!
ResponderEliminarDesde Gran Canaria, un saludo a todos. Ángel
Gracias, Ángel. No se si sabrás que, curiosamente, San Fermín no es el patrón de Pamplona, lo es San Saturnino. San Fermín es copatrón de Navarra junto a San Francisco Javier. De todas maneras yo paso bastante de los sanfermines.Un saludo
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