martes, 21 de diciembre de 2010

El Yugo

Ayer, aprovechando que el día aparentaba mejorar, decidí darme una vuelta con el coche y tras pensarlo brevemente me dirigí a una de las puertas de entrada al Parque Natural de las Bardenas Reales de Navarra, la sierra de El Yugo, en el punto más álgido, a 490 metros de altitud.

Pasada la población de Arguedas, tomé a la derecha la nueva carretera que conduce por una curvilínea rampa al parque temático Sendaviva y tras cuatro kilómetros de ascensión giré a la izquierda en una pista que me llevó directamente al estacionamiento al pie del complejo compuesto por una iglesia, un albergue y la zona destinada a asadores, mesas, parque infantil y un mirador para apreciar la Bardena Blanca.

Ermita de Nuestra Señora del Yugo
La ermita de Nuestra Señora del Yugo,  Patrona de la Ribera, fue construida por el arquitecto alavés Pedro de Arrese a comienzos del siglo XVII en un alto. En la fachada principal del edificio se combinan una parte inferior de piedra de estilo tardo renacentista con otra superior de estilo barroco. Destaca la portada de sillar con un arco rebajado que se abre el  muro de ladrillo. Sobre esta hay un espacio dividido por grandes pilastras en tres cuerpos. En cada uno de éstos se abren ventanas flanqueadas por pilastras y rematadas por frontones triangulares. En los vanos laterales dos esculturas pétreas del artista arguedano Antonio Loperena, una de Santa Bárbara y la otra de San Esteban. Tiene un óculo bajo la espadaña que corona esta fachada, rematada con una cruz y hueco para la campana.

El Vedado de Eguaras y la Estroza
Me dirigí a un mirador de madera llamado Balcón de la Bardena Blanca. A pesar de que la jornada seguía desvaída, con pocos atisbos de arreglarse, el panorama era fascinante. A la izquierda de mi posición mirando al norte, atisbé el valle de Landazuría, al cual lleva el camino que parte desde lo alto de la ermita. Siguiendo esta ruta, por el Alto de los Tambores, cruzando El Plano, llegaríamos al Monasterio de la Oliva. Es el itinerario, tantas veces recorrido, de la javierada de la Ribera.

El conjunto más espectacular de la Bardena Blanca
Moviéndome en el sentido de las agujas del reloj, veía el Vedado de Eguaras, La Estroza y su  Punta. Seguí virando y vislumbré el conjunto quizá más espectacular de la Bardena Blanca: Castildetierra,  un poco más lejano, tras el polígono de tiro, Piskerra, El Rallón, La Ralla y Sanchicorrota. Continué dando la vuelta y en lontananza se intuía el Balcón de Pilatos vigilando la reserva natural del Rincón del Bu, La Nasa y, perdiéndose en el horizonte, la Plana de la Negra

Polígono de tiro en el Parque Natural
Balcón de la Ribera
Aspiré con fruición el aroma de los pinos y me dirigí al cercano Balcón de la Ribera, sobre el parque Sendaviva cerrado en esta época del año. Si en el mirador anterior la vista era fantástica, en este era espectacular. Situado en un altozano, su ubicación conforma todo su entorno, abarcando una panorámica de 360 grados, como un lugar privilegiado para una completa observación paisajística contrastada de la depresión del Ebro, la sierra del Moncayo, las Bardenas y los Pirineos.

Intuimos la silueta del Moncayo
Unos tímidos rayos de sol mañaneros confluían a mi costado izquierdo, indicándome que estaba situado mirando hacia el sur. A mis pies, cubierto por la niebla, el Ebro discurría plácido por el valle. Más que verse, se adivinaba, la ciudad de Tudela  con el trasfondo del Moncayo coronado de nubes. Tornando otro poco hacia la derecha, en la hondonada, la villa de Castejón, con la fumata blanca de las chimeneas de sus dos centrales termoeléctricas, parecía dormida. Más allá de la AP-15, rasgando el cromatismo de los campos, se insinuaban distintos pueblos navarros y riojanos y algunas huertas solares. Reanudé el movimiento circular visionando de nuevo el panorama contemplado en el otro mirador, descrito anteriormente, concluyendo una vuelta completa sobre mí mismo.

La fumata de las centrales de Castejón
De camino hacia el coche, me prometí volver en otro momento en que el cielo esté diáfano para admirar una vez más el cambiante paisaje bardenero. Un día de esos que se ven los Pirineos asomándose, enhiestos, saludando de lejos las montañas del Sistema Ibérico. 

5 comentarios:

  1. Me estás dando a conocer una parte que conozco muy poco y que prometo ir a vistar en cuanto empiece el buen tiempo, por supuesto, con tus apuntes como guia.

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  2. Un placer haberte encontrado y poder leerte.
    Besos
    nela

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  3. Me haces soñar con tus viajes. Sin pensarlo, aquí te pillo y aquí te mato... Te agradezco mucho estos paseos que me parece hacer de tu mano, ayudado por tus explicaciones y tus fotografías.

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  4. Te deseo salud y felicidad en estos días de Navidad.
    Saludos!!!

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  5. Preciosa la fotografía de la postal navideña!!
    Un abrazo y feliz Navidad a ti también!

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