martes, 25 de noviembre de 2014

Incredulidad


Cuando mi mejor amiga me confesó lo de su marido, quedé muda y no supe qué decirle. Me pareció increible. ¡Era tan encantador...! Después de los hechos, ya no tengo dudas y sé lo que debo hacer: unir mi dolor al de sus padres.

Felipe Tajafuerte
2014











16 comentarios:

  1. Me gustaría unirme al dolor de los padres de él. Un abrazo

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    1. También es cierto. Los padres de los asesinos también sufren. Abrazos

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  2. Dolor con rabia e impotencia ...

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  3. ¿Que pasó?, ¿se fue con otra?, ¿se suicidó?, ¿le pegó?, ¿le dio un infarto?, no se que hacer, en todo caso me uno al dolor de las mujeres que son violentadas y pido a un gobierno insensible que ponga los medios necesarios para evitar la violencia contra la mujer.

    Saludos

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    1. Eres muy bien pensado, Emilio. Si en lugar de unir su dolor al de la amiga lo hace al de sus padres es porque ya no puede dirigirse a ella. El "encantador" marido, como otros muchos, tiró por la calle de enmedio y asesinó a su mujer. La moraleja es que hay que hacer caso a la mujer, aunque el marido sea un buen chico. En algunas ocasiones sucede al revés. Un abrazo

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  4. Una pena tener que dedicar un día a esta monstruosidad.
    Un abrazo Felipe.

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    1. Es cierto, Elena, pero a pesar de todo no cesa. Abrazos

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  5. Ojalá pronto dejemos de celebrar este día por la violencia de género, porque
    esta haya terminado.
    Un abrazo.

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  6. Buena forma de recordar, que no celebrar, este día.
    Abrazo!

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  7. Aquí en Chile lamentablemente son enormes los casos similares, impropios de nuestros tiempos "civilizados". Las mujeres aunque denuncien quedan desamparadas...hasta que ya sea tarde.

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    1. Ya sabes, el refrán dice que en todas partes se cuecen habas. Saludos

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  8. Hasta que no se lo confesó su amiga, el hijoputa era encantador. Ese es el problema que cuando algunas mujeres confiesan es tarde, porque nadie lo sospecha. Todos los días son buenos para la eliminación de la violencia contra la mujer.
    Un abrazo.

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    1. Ese es el trasfondo de microrrelato. Era tan encantador que la mejor amiga de la esposa no la creyó y quedó muda. La vida misma. Un fuerte abrazo

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