jueves, 27 de septiembre de 2012

Tarde de mercado


Tras unos días en que daba la impresión de que el verano se nos había acabado, el otoño hizo su entrada por la puerta falsa, acompañado de una temperatura más acorde con la estación finalizada que con la nueva que hacía su aparición el fin de semana. En Tudela se estaba celebrando el Mercado de las tres culturas precisamente en estos días.  El sol radiante con el que había amanecido el sábado, invitaba a estar en la calle. Los bares hacían su agosto con sus terrazas abarrotadas de gentes deseosas de prolongar un verano que se nos había escabullido. Como me habían comentado que lo del mercado estaba muy bien y la tarde incitaba a ello, ni corto ni perezoso me fui para vello y no preguntallo.

Aspecto de la calle Herrerías

La feria ocupaba el final de la calle Yanguas y Miranda, la de Herrerías y parte del Paseo del Queiles. Comencé por las dos primeras donde los puestos de  venta junto con las banderolas que adornaban estos espacios daban un aspecto medieval a esta parte de la ciudad rebosante de un público ávido de curiosear todo lo allí expuesto.  Los tenderetes de herboristería, encurtidos, quesos, embutidos, pastas, empanadas, tartas, chocolates, frutos secos, golosinas, bacaladas, jamones, miel y de todo tipo de alimentos se alternaba con los de bisutería, velas perfumadas, juguetes y figuras de madera, piedras naturales, tatuajes, ropas y todo tipo de artesanías. Un numeroso grupo de jóvenes esperaba su turno para adquirir alguno de los apetitosos crepes que ofertaba un quiosco, indiferentes al paso de un arquero y un cetrero con vestimenta ad hoc.

El público curiosea los puestos

En el Paseo del Queiles se encontraba el zoco árabe con sus teterías y tiendas de comida turca, marroquí etc. a cuyo lado un espacioso tenderete exponía unos grandes jarrones bruñidos, de metal dorado, con arabescos. 

El zoco árabe

Dos tiovivos ecológicos, movidos por fuerza motriz garbancera, me recordaron el que observé este verano en Gijón, en un mercadillo similar a este. 

Un de los tiovivos

Un individuo, vestido a la usanza mora,  paseaba a unos chiquillos montados en unos burritos, enlazados unos con otros mediante un ramal, abriéndose paso entre el gentío. Unas mesitas con juegos infantiles completaba la zona dedicada a los peques. En otro de los lados una gran tienda mostraba un conjunto de aves rapaces dispuestas para ser objeto de fotografías, previo pago, con cada uno de los niños que esperaban pacientemente acompañados de sus padres o abuelos. 

Los aguerridos jinetes

Una charanga, ataviada con ropajes de la época, ponía la nota musical a este ambiente festivo que había dado comienzo el viernes y se iba a prolongar hasta el final del domingo.

Los músicos amenizan el ambiente

Este tipo de mercados, que llena de colorido nuestras ciudades,  abunda ya desde hace unos años con diversos nombres. Yo he conocido, además de éste,  los mercados medieval, de las viandas, goyesco y algún otro, cuyo nombre no me vine ahora a la memoria. Supongo que serán lo suficientemente rentables como para organizar tinglados de este tipo. Siempre caemos en alguna tentación a pesar de que los precios no sean muy acordes con la crisis que padece el personal.

16 comentarios:

  1. Es cierto, este tipo de mercado, en sus variantes, se abre paso hoy día por muchos rincones patrios en su doble vertiente: la diversión con el atractivo de lo antiguo y el comercio, siempre el comercio. Como diversión: compras, comida y bebida.
    ¡Qué bien lo pasamos!
    Un abrazo

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    1. Es que Paco a nuestra edad hay que buscar diversiones que no nos cansen mucho y el comer, beber y comprar, siempre que no pese, es muy llevadero. Un abrazo

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  2. Me has puesto los dientes largos y me has ido preparando para lo que pronto empezará por Zaragoza.
    Agradezco sinceramente algo que al poco de comenzar mi blog hace 7 años me dijeron en persona, "No pongas música y si lo haces que se no se ponga en funcionamiento ella sola, el otro día en la oficina, todos se me quedaron mirando por que de mi ordenador salían los compases de los sitios de Zaragoza".
    No me atrevía a decírtelo.
    Saludos

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    1. He decidido quitarla a sugerencia de una persona. Esto entre nosotros, creo que me visitaba en el trabajo y, aunque es autónomo, era un tanto comprometido. Un saludo muy cordial y toma fuerzas que no somos unos crios.

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  3. Me encanta el mercado, bueno, todos los mercados.
    Yo también puse música relajante en mi blog y un amigo me pidió si podía quitarla, lo hice inmediatamente.
    A veces es tan bonita la música que te impide concentrarte en la lectura ... será por eso.

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    1. Quizá sea por eso. En ocasiones nos ocurre que no nos damos cuenta de que lo que a nosotros nos gusta a otros molesta. Un saludo

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  4. Yo disfruto mucho estos eventos. Me encanta curiosear por los distintos puestos, picar algo si se tercia y a veces hasta compro algo que me llame la atención.
    Buen reportaje.
    Una abrazo y buen finde

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    1. Yo tambien suelo caer en la tentación. En esta ocasión fue suave, solamente compré una bolsa de manzanilla. Abrazos

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  5. A mí, como a casi todas las mujeres, me encantan estos mercados, y mucho más si se trata de cosas artesanas, antiguas o típicas de un lugar.

    Un abrazo Felipe.

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    1. Suelo visitarlos y siempre compro algo, normalmente queso o embutido. Un abrazo

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  6. Pues en Jaca hubo jaleo con este tema porque el mercadillo siempre iba en agosto y el alcalde dijo que fuera en septiembre porque así se repartían las actividades... en fin. Me parece que los de Tudela son los mismos que los de JAca, me parece genial la idea pero sé que a ellos nos les gustó porque a nivel de vender, no es lo mismo agosto que septiembre. Bueno, un beso desde Extremadura.
    pd. Visité el mercadillo porque lo ponen al lado de mi casa, le compré una brujita mágica a Irenecandy (amiga bloggera).

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    1. Se nota el turismo Liova, porque aquí el mes de agosto suele ser nefasto para los negocios. Hay bastantes que cierran durante los diez o quince primeros días, incluso los bares debido a que la última semana de julio son las fiestas. Besos

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  7. A mí también me gustan estos mercadillos. Siempre hay cosas curiosas en alguna de sus paradas.
    Un abrazo.

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    1. Y viandas de calidad aunque los precios no suelen ser de mercadillo sino más bien de delicatessen. Un abrazo

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  8. Muy interesante y vivo. Nos lo presentas con tantas imágenes que siento no haber estado.
    Gracias Felipe por estas preciosas entradas.
    Besos

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    1. Seguro que cerca de tu casa tendrás en algún momento un mercado similar a este. Yo creo que merece la pena darse una vuelta por él. Un beso

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