miércoles, 9 de noviembre de 2011

Un pueblo sorprendente

Continuando, pues, por la carretera en dirección a Cáceres después de nuestro reconocimiento del puente de Mantible y la torre de Floripes, llegamos al cruce y tomando el desvío hacia la derecha recorremos los nueve kilómetros que nos separan de Garrovillas de Alconétar. Nos dirigimos al centro por unas calles estrechas y aparcamos el coche en una algo más ancha con jardines en el centro.

Buscamos un sitio donde almorzar, pero nuestros pasos se dirigen inconscientemente hacia donde se vislumbra un espacio abierto y la torre de una iglesia al fondo. Al penetrar en él quedamos sorprendidos por la bella sinfonía de cal, piedra y madera que conforman una gran plaza, con un pequeña fuente metálica y un brocal de piedra en el centro. Es un enorme recinto cuadrangular y está formado por edificios de dos plantas, de un blanco impoluto,  la mayoría con soportales con arcos de medio punto de ladrillo sostenidos algunos de ellos por columnas de granito.

Plaza y brocal

Está abierta a cinco calles. Una central por la que hemos accedido. Enfrente otra también central por la que a través de un arco se llega a la iglesia cuya torre hemos visto desde fuera. En el costado izquierdo dos calles estrechas en los extremos. En el derecho una calle en el extremo más alejado. En la del frente, junto a esta última calle, el palacio de los condes de Alba de Liste convertido en un establecimiento hotelero de cuatro estrellas con el nombre de Hospedería Puente de Alconétar. Decidimos conocerlo por dentro y degustar su cocina dándonos un homenaje.

Arquería lateral

Elegimos el menú de caza compuesto por un entrante de salmón sobre pan tostado, rissoto de boletus de la dehesa de Extremadura, solomillo de venado con salsa de vainilla y pasas; de postre "repápalos" con leche y canela.  Acompañamos el ágape con un muy agradable tinto Payva Selección 2005, denominación de origen Ribera del Guadiana. Al  niño no se le dio opción a elegir y tomó su biberón de leche con cereales. Todos, incluido el pequeño, salimos satisfechos. A nuestro entender, tan solo los "repápalos" no estuvieron a la altura de las circunstancias.

Esperando para reponer fuerzas a las puertas de la Hospedería 

San Pedro Apóstol

A continuación del buen yantar, comenzamos nuestra exploración siguiendo la calle del arco central que nos conduce a una plaza en la que se encuentra la magnífica iglesia de San Pedro Apóstol, templo fortaleza, de sillería, construido en el siglo XV, con ventanas en forma de aspilleras. Tiene tres portadas. La más antigua ojival abocinada y sobre ella enmarcados tres escudos. En el lado izquierdo de esta puerta se levanta una maciza torre donde se ubican las campanas. Las puertas están cerradas por lo que no podemos visitar el interior.

Una chimenea muy especial
Ventana junto a Las Jerónimas

Muy cercano, el convento de las Jerónimas de Nuestra señora de la Salud, coronado por una espadaña de ladrillo. Enfrente una casa con una hermosa ventana de esquina y en la de al lado una curiosa chimenea sostenida por cuatro columnas corintias. Como las puertas del santuario están abiertas, penetramos y, mientras escuchamos a las monjas ensayar sus cánticos, admiramos en la cabecera, bajo la bóveda de crucería, un dorado retablo barroco. A la izquierda la verja que da a la clausura y a los pies el coro protegido por otra reja. 

Barrio judío

Recorremos las zigzagueantes calles del barrio judío donde el sol de la tarde juega al claroscuro. Sobre las níveas paredes descuellan las ventanas y dinteles de las puertas , a pesar de que no son tan llamativas como las que contemplamos hace un par de años en Valencia de Alcántara.  

Santa María

Proseguimos y nos topamos con la iglesia de Santa María.  De sillería y mampostería revocada de cal, tiene una torre similar a la de San Pedro y la puerta principal con un arco de medio punto, abocinado, con arquivoltas  decoradas con bolas. Existe otra puerta lateral con un arco también de medio punto y arquivoltas moduladas, sobre él una hornacina con una  imagen de la Virgen de las Nieves. El templo permanece cerrado y como consecuencia de ello no podemos contemplar en su interior el pequeño órgano considerado como el más antiguo de la península y el tercero de Europa. 

ermita del Cristo

Nos dirigimos a la salida del pueblo y dejando atrás la ermita del Cristo, ascendemos una leve cuesta y nos situamos en el ruinoso convento de San Antonio. A pesar de que permanecimos allí durante un buen espacio de tiempo, no voy a extenderme sobre él puesto que será objeto de una entrada posterior.

Arco de salida de la plaza


Volvemos a la plaza a través de un arco ojival de piedra. El sol vespertino le confería un aspecto dorado alargando las sobras de las arcadas. Al frente la casa Consistorial y a su lado el  más moderno edificio del Corral de Comedias, de estilo típico de nuestro siglo de oro, cuya característica diferencial con los demás corrales de comedias es su tercer nivel para contemplar los espectáculos.

Soportales de la plaza

La plaza es un rectángulo de más de 4.000 metros cuadrados, tiene 65 arcos, 103 ventanales y 5 accesos. Está considerada como Monumento Artístico Histórico de Interés Nacional. Durante las fiestas patronales es utilizada como coso taurino.

Plaza

Este emplazamiento, en un principio denominado Garro, era una aldea o barrio de Alconétar, cuyos vecinos, al ser ésta última arrasada por una avenida del río Tajo, se trasladaron a este lugar, tomando desde entonces el nombre de Garrovillas de Alconétar. Alfonso X el Sabio le concedió el título de villa y alcanzó una gran prosperidad. En el siglo XVI contaba con más de 7.000 vecinos que en el siglo XIX se habían reducido a poco más de 6.000. Hoy día cuenta con apenas algo más de 2.000 habitantes. La pretérita importancia de este municipio se da a notar por la calidad de sus iglesias y edificios.


Tornamos a Cáceres con la satisfacción de haber podido saborear el encanto de esta villa tan sorprendentemente atractiva y disfrutar con la visión de una las plazas de origen medieval más bellas de España.






16 comentarios:

  1. No hay tierra fea, sino mal mirada o mal descrita. No es este el caso. ¡Felicidades!

    ResponderEliminar
  2. Estoy impresionada por las maravillas que describes y plasmas en las fotos.
    Estoy convencida de que desconocemos ciudades y pueblos españoles preciosos, como es éste.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Maravilloso pueblo el que hemos recorrido.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Si que lo es Felipe. La plaza es amplia y los soportales precios tan blacos como lucen. No había oído habla de este pueblo. Gracias por el paseo virtual. Me ha gustado especialmente esa chimenea tan singular.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Felpe, cada vez que decides hacer una excursión cojo mi mochila, me siento en el sillón y, me dispongo a disfrutar en vivo y en directo una magnifica narración ilustrada con unas bonitas fotos, y al igual que otras veces ha sido un disfrute.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Hola!!! Es que Extremadura es impresionanteeee!!!! Cada sitio que se visita enamora!!! Por cierto, la hospedería donde comistéis es preciosa y con una calidad excelente. Estuve hace años y me quedé con más ganas de volver.
    Ahhhhh!!! No sepas la que se lía en esa plaza con los toros... bueno, no como en Pamplona pero casiiiii!!! BESOSSSSSSSSSSS

    ResponderEliminar
  7. Felipè...Ooooleéééé. Por esta maravilla de reportaje!!
    Extremadura siempre sorprende. Por cualquier parte que vayas, te encuentras maravillas...Se me nota el plumero, verdad:)

    Garrovillas es un pueblo precioso. Es a uno de los sitios que llevamos a los amigos para que lo conozcan.
    Hasta hicimos una ruta con lo samigos por allí con las Vespas:)
    Y no veas la que se monta en las fiestas de agosto en esa maravilla de plaza.
    Gracias por enseñar mi tierra!!!
    Un beso.
    .

    ResponderEliminar
  8. Cuando vuelva a ir por esas tierras te prometo que pasaré a conocer ese pueblo pues me ha parecido digno de conocer o por lo menos nos lo has presentado muy bien, como siempre lo haces .
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Se me olvidó decirte antes...
    Mi suegra nos contaba que cuando llegaban las fiestas esta frase era famosa:

    " Hay toru o no hay toru...si no hay toru arden lo pajari"

    ResponderEliminar
  10. Extremadura es maravillosa, y lo mejor que se puede hacer en un viaje de este tipo es probar la gastronomía del lugar, es algo muy normal que en estas casas de comidas estropeen un buen almuerzo con unos postres deficientes, Una pena. Saludos

    ResponderEliminar
  11. Me han llamado la atención las fachadas blancas que es lo que caracteriza las fachadas de mi tierra.

    Saludos.

    http://ventanadefoto.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  12. No dejas de sorprendernos con estos sitios tan pintorescos y desconocidos.
    Se ve muy lindo el pueblo, sobre todo esa plaza tan amplia.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Hola, Felipe, llegué hasta tu blog a través de un amigo, estuve viendo varias entradas, me parece muy interesante, has logrado que conozco lugares maravillosos.
    Me quedo como seguidor.
    Un abrazo.
    HD

    ResponderEliminar
  14. ¡Que preciosos los pueblos de Extremadura! Gracias por tus explicaciones. Un abrazo Lola

    ResponderEliminar
  15. Sí es bonito este pueblo y, además parece que se come bien, cosa muy importante. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  16. Desde mi terraza paseo, una vez más, correteando por tu blog mi espíritu se amplía y el hambre se aplaca. Estupendo momento.

    ResponderEliminar

Tu comentario es bien recibido aunque sea anónimo. Muchas gracias por tu atención.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...