jueves, 14 de abril de 2011

Gaztambide

Hace algunos días, un grupo de jubilados de la asociación Albea asistimos, invitados por nuestro alcalde, a una jornada de puertas abiertas con el fin de mostrarnos los aspectos más importantes de la remodelación de nuestro viejo Teatro Gaztambide, culminada tras diez largos años de espera.

El día 29 del mes pasado, la reina Doña Sofía inauguró este teatro que, junto a una de las calles principales de Tudela, porta el nombre de uno de los músicos más insignes nacidos en nuestra ciudad.

Joaquín Romualdo Gaztambide Garbayo nació en esta ciudad de Tudela el 7 de febrero de 1822. Inició sus estudios de solfeo de la mano del maestro de capilla de la catedral Pablo Rubla. A los doce años continuó los estudios de piano y composición en Pamplona con José Guelbenzu. A los veinte años se traslada a Madrid, profundizando sus estudios musicales con Pedro Albéniz y Ramón Carnicer. Tres años más tarde es director del coro del Teatro de la Cruz y en 1847 viaja a París como director de orquesta de una compañía de actores y bailarines españoles.

De vuelta en Madrid, se dedica a dirigir conciertos matinales y concentra sus esfuerzos en la restauración de la zarzuela de la que es uno de los grandes impulsores. En 1849 compone “La mensajera” su primera zarzuela, a la que posteriormente seguirían otras con notable éxito.

Fachada del teatro Gaztambide

Durante unos años su actividad es frenética participando en numerosos conciertos como director de orquesta y compositor, dirigiendo teatros e incluso fundando la Sociedad Artística y la Sociedad Española de Conciertos, siendo socio de la empresa del recién inaugurado Teatro de la Zarzuela y dirigiendo los primeros grandes conciertos que se ofrecen en España. Viaja también a París y Londres. Dirige funciones de ópera. Nombrado director y presidente de la Sociedad de Conciertos de Madrid, estrena la obertura de “Tannhäuser” de Wagner.

Entreplanta del teatro Gaztambide

En 1869 realiza una gira por Cuba y Méjico con su propia compañía. Como consecuencia de una grave enfermedad hepática, regresa a Madrid a principios de 1870 donde fallece el 18 de marzo a los cuarenta y ocho años de edad, siendo enterrado en el cementerio Patriarcal de la villa, después que el Museo Antropológico de Madrid lo embalsamara.

En 1920 dado el estado ruinoso del citado camposanto, el ayuntamiento madrileño pensaba trasladar sus restos al cementerio de Hombres Ilustres pero el consistorio tudelano consideró que era la oportunidad de traer el cadáver a su ciudad natal con el fin de construir  un panteón y rendirle el homenaje que se merecía.

Calle Gaztambide

El 17 de marzo de 1921 se le hizo un gran desfile  de despedida por Madrid y el cuerpo del gran compositor de zarzuelas fue paseado por las puertas de varios teatros. Al día siguiente, acompañado del alcalde de Tudela y otras autoridades, incluido el diputado Méndez Vigo, el ataúd llegó a su destino. Tras grandes actos honoríficos en la catedral y ayuntamiento, fue trasladado al cementerio municipal donde estaba todo preparado menos el mausoleo. Debido a ello fue enterrado en la capilla que la familia Garbayo había cedido hasta que fuera construido el proyectado panteón.

Durante 34 años nadie se preocupó del ilustre tudelano hasta que se formó una comisión para levantar el panteón. Los componentes de la misma, entre ellos el músico Fernando Remacha, decidieron, por curiosidad, abrir el féretro para ver el contenido.  Ante la sorpresa de los presentes aparecieron unos restos junto a unos zapatos de tacón que, tras el detenido examen del médico resultaron ser de una mujer de avanzada edad de aproximadamente 1,55 metros de estatura. La comisión pro panteón se transformó inmediatamente en una de investigación.

Se tuvieron en cuenta las vicisitudes que se habían ido sucediendo: El modelo de ataúd elegido y las sábanas que se pusieron en 1870 eran los mismos que llegaron a Tudela. La capilla donde se le enterró se derrumbó en 1921 y entre los escombros había ocho cuerpos más pero se contrataron guardas para velar el cadáver hasta que llegara la delegación de Tudela. Las fotografías confirmaron que el féretro que salió de Madrid fue el mismo que se abrió en Tudela en 1955. En 1941 la familia Garbayo cambió de nicho el ataúd para inhumar a otro familiar pero los enterradores colocaron una nota que decía “Gaztambide” para identificar el del músico. Finalmente hubo testigos que aseguraron haber visto el rostro de Gaztambide a través de la ventana de cristal del féretro en 1921 tanto en Madrid como en Tudela.

Después de numerosas entrevistas y revisión de documentos se llegó a estas dos conclusiones:
  1. El cadáver que salió de Madrid fue el de Gaztambide.
  2. El féretro que se abrió en Tudela era el que llevó los restos del compositor.
Las preguntas son inevitables: ¿Dónde y cómo se produjo el cambio? ¿Quién era la anciana fallecida encontrada? ¿Dónde se encuentran los restos de Joaquín Gaztambide? Hasta ahora no hay respuestas. Ni mausoleo.

Me da la impresión que tanto el hecho de la desaparición como la consiguiente investigación  encajan perfectamente en lo que definimos como “Chapuza nacional”

El musicólogo y catedrático de la Universidad de Oviedo Ramón Sobrino Sánchez dice de él lo siguiente:

Joaquín Gaztambide es recordado como autor de numerosas zarzuelas de éxito durante la restauración de la zarzuela decimonónica, pero además desempeñó un papel relevante, junto a Barbieri y Monasterio, en la creación del sinfonismo español del siglo XIX, como director de orquesta y fundador de la Sociedad  Española de Conciertos.


El verdadero homenaje que el pueblo de Tudela rinde a su ilustre músico es interpretar, un año sin otro durante la novena de Santa Ana, en días alternos, los gozos que él compuso en honor de nuestra patrona, cuya partitura fue estrenada el 19 de julio de 1857 y disfruta de un gran predicamento popular, siendo la “novena” preferida de los tudelanos por encima de todas las demás.

15 comentarios:

  1. Qué bonito homenaje a tu paisano Gaztambide.
    Muy interesante reportaje, pero lo que más me gusta es que se haya inaugurado ese teatro que será no solo para recordarlo e interpretar sus melodías sino también para perpetuar la cultura de esa bonita ciudad.
    Besos

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  2. Pues sí. Mejor hubiera sido no abrir el féretro y haberle hecho el mausoleo al bueno de Gastambide, músico y paisano. ¿No crees?

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  3. Excelente reportaje tanto el texto como el gráfico y un meritorio homenaje el que le has hecho con tus palabras y fotos.
    Saludos

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  4. Los grandes pueblos los constituyen sus hijos por encima del patrimonio monumental. Felicidades a Tudela por este reconocimiento público a vuestro paisano y felicidades a ti por hacerte eco del acontecimiento.

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  5. Enhorabuena a Tudela por este recuperado teatro, y a usted por tan excelente artículo. La desaparición del cuerpo de Gaztambide parece un auténtico misterio, que no hace más que acrecentar su fama. Desconocía este asunto que me ha resultado muy interesante. Un abrazo.

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  6. Muy didactico. Yo apenas conocia de Gaztambi de algo mas que su nombre y una calle dedicada en Madrid. Ahora se muchas mas cosas. Gracias. Saludos

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  7. Vaya historia. Por si mismo un hombre que con solo cuarenta y ocho años tuviera logros tan importantes, es mérito sin duda, pero lo del cambio de restos comforma la trama de una historia singular. Menos mal que su recuerdo queda restablecido hoy con el teatro que lleva su nombre. Beso

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  8. Me olvide de firmar, el anterior te lo envia Tere

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  9. Me he movido en coche muchas veces por la calle Gaztambide en Madrid.
    Gracias a tu excelente narración me entero que es un famoso músico tudelano.Enhorabuena a Tudela por haber inaugurado ese teatro que servirá como recuerdo para los paisanos y visitantes, reconociendo la gran valía de su hijo Gaztambide.

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  10. Muy interesante Felipe,no tenia el honor de conocerlo y gracias a ti ya se quien es.Un abrazo.

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  11. Hola Felipe, no tenia ni idea que Gaztambide naciera en Tudela.
    Enhorabuena por este nuevo teatro.
    Un artículo homenaje el tuyo digno del mejor cronista de la época.
    Un abrazo

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  12. Estupenda entrada, Felipe! No sabía la historia de Gaztambide.
    Abrazos!

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  13. Un excelente reportaje a nuestro paisano Gaztambide. Te felicito sinceramente Felipe.

    Un fuerte abrazo

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  14. Muy interesante tu entrada y un buen homenaje por tu parte a tu paisano. Un abrazo

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  15. Yo soy su bisnieta y no conocía toda su historia, es verdad que ha habido muchos muertos de cancer de higado en mi familia. Gloria Sotelo

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Tu comentario es bien recibido aunque sea anónimo. Muchas gracias por tu atención.

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