Aún no era "la del alba" cuando, ya juntos, salimos de nuestro punto de encuentro, donde se ubicaba el desaparecido restaurante Delicias, "tan contentos, tan gallardos, tan alborozados" por vernos ya encaminados hacia Cascante en esta nuestra primera jornada de entrenamiento en cuadrilla con la que damos comienzo a la cuenta atrás de esta nueva javierada que, si no surge algún contratiempo, como los que he padecido en las dos últimas ediciones, nos congregará el próximo día nueve de marzo en la explanada del castillo de Javier. Las ocho de la mañana y todavía noche cerrada.
Iniciamos la ruta por Amigos del País y la Ronda de Santa Quitería, dejando el cerro de esta ermita a nuestra izquierda, cruzamos la autovía y tomamos el camino de Murchante. Comienza a amanecer y vamos dejando atrás las luces de la ciudad y del polígono industrial. He echado en mi morral la cámara por si tenía la ocasión de fotografiar la salida del sol, pero "el rubicundo Apolo" no se ha dignado apartar las nubes y mostrarnos "las doradas hebras de sus hermosos cabellos", por lo que el cielo nos muestra un grisáceo color panza burra.
Camino de Cascante |
A las nueve y cinco pasamos por Murchante y, los que están en la puerta de la Cooperativa nos miran con curiosidad. Tomamos la estrecha carreterica que nos lleva a Cascante. La temperatura es excelente para caminar, siete grados, pero llevo un buen rato traspirando. A la entrada de Cascante, el embriagador perfume del estiercol nos anega. Por fin llegamos al lugar donde vamos a reponer fuerzas: "el caminito", el bar de la gasolinera. Son las diez y cinco de la mañana, dos horas justas de marcha, y aquí se nos unen algunos que han venido en automóvil.
¡Buenísimos! |
La mayoría nos inclinamos por los huevos en el momento de elegir el menú, con jamón, con chorizo, con lomo, con patorrillo, con albóndigas, con lo que sea, pero los huevos que no falten, por lo que pueda ocurrir. Buenas viandas, bien regadas, verdadera armonía y camaradería y, sobre todo, buen humor. ¿Qué más se puede pedir?
Vuelta para Tudela |
Concluido el repostaje, nos ponemos en marcha para el regreso, ahora por la vía verde del Tarazonica, que tomamos en la antigua estación. Pasada ésta, nos topamos con el mojón que nos indica que faltan diez kilómetros para la de Tudela, y una cigüeña nos observa indiferente desde su elevada posición. Mantenemos una buena marcha, aunque vamos conversando animadamente, ignorando el sonido de los cercanos disparos de los cazadores que dan rienda suelta a su afición en las proximidades.
La cigüeña impertérrita |
Nos faltan diez |
Mientras camino, mantengo animadas charlas con mis acompañantes, unas veces con uno, otras con otro y, sin apenas darme cuenta, se van pasando los kilómetros de tal manera que me sorprendo al ver que debemos ya abandonar la vía verde. Entramos en el barrio de Lourdes y nos dirigimos a nuestra siguiente parada. Nuestra compañera Ascen, como en años anteriores, nos ha preparado un aperitivo en su casa al tiempo que nos muestra su magnífico belén antes de pasar al choco.
El belén de Ascen |
Da la sensación de que el almuerzo no ha sido muy contundente a juzgar por el "chandrío" que estamos haciendo en la mesa. Me tomo una cerveza que me sabe a gloria, acompañada de algo que llevar a la boca para que no caiga muy honda. Nos encontramos a gusto y nos cuesta levantarnos de la silla, quizá también por el cansancio, pero es hora de marchar a comer con la familia, que nos estará esperando. Bajo las escaleras de la Torre Monreal hacia mi casa. Cuando introduzco la llave en la cerradura, sueño con una ducha de agua bien caliente.
Con ese plato de jamón, patatas y huevos, uno se puede hacer la vuelta al mundo.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, pero primero había que llegar hasta él. La verdad es que me encantan estos entrenamientos. Abrazos
EliminarComo he dicho antes en el Facebook, para mí lo más atractivo, el almuerzo; con lo otro no me atrevo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vale, Paco, si me acerco hasta Sevilla, nos sentaremos junto ala mesa con unas tapas de jamón y, aunque no sea lo mismo, me dará igual que sea de etiqueta negra, verde, roja o blanca. Lo importante será la compañía. Un fuerte abrazo
EliminarPues tu compañía sería bien recibida tanto para caminar como para yantar y gustoso te haríamos un hueco a la mesa. En el valle del Ebro la niebla también es muy cansina, no sé cuando la vamos a dejar. Un saludo muy cordial
ResponderEliminarDa gusto veros tan predispuestos a la caminata, seguro que la salud os lo agradecerá a pesar de los huevos fritos y las patatas.
ResponderEliminarUn abrazo Felipe.
Creo que los huevos y las patatas quedan diluidos en las dos horas previas y dos horas posteriores de caminar. Y también hay que darle alegría al cuerpo. Abrazos
EliminarTe acompañaria a comer los huevos fritos ¡Qué pinta! Lo demás ... es mucho pedir.
ResponderEliminarUn abrazo
La compañía siempre es buena para todo. Abrazos
EliminarA esto se le llama disfrutar de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo, Felipe.
Se hace lo que se puede. Salgo a andar todos lo días, pero el almuerzo solamente cae el domingo cuando vamos en grupo. Abrazos
EliminarAsí de bien alimentado vas a llegar en plena forma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que si no estás bien alimentado tampoco se puede andar. Espero no fallar este año. Abrazos
EliminarMe van estas caminatas... en el blog de otra persona y yo sentado en el ordenador, las comidas ahora no las hecho mucho en falta, ya que por mi "excesivo" ejercicio no quemo muchas calorías, antes en el trabajo mis compañeros eran de la opinión de que era preferible comprarme un traje que invitarme a comer y con recochineo terminaban "...y el puñetero no engorda".
ResponderEliminarLos huevos fritos con jamón era uno de mis platos preferidos, cuando en invierno salía a reparar alguna avería a las estaciones de radio, situadas en lo alto de los montes, siempre que la avería pudiera esperar media hora.
Saludos
Es que ese es un plato sublime. No sé si estará entre los "bocato di cardinale" pero si no lo está no saben lo que se pierden. Un saludo
EliminarAmigo Felipe: Yo también me hubiera decidido "por los huevos en el momento de elegir el menú, con jamón, con chorizo, con lomo, con patorrillo, con albóndigas, con lo que sea..." ¡Hummm! Con lo estupendo que debían estar.
ResponderEliminarÁngel
Yo, aunque lo que más me gusta es TODO, siempre me inclino por los huevos con jamón y patatas fritas. Son mi debilidad. Para cuando sacaron los huevos ya habíamos hecho desaparecer unos entrantes a base de chistorra. No te cuento más. Un abrazo
EliminarEnhorabuena por comenzar , que nunca es tarde y también por el "papeo" que es importante para reponer fuerzas. Que el comienzo sea duradero a lo largo del año.
ResponderEliminarUn abrazo
Para hacer la javierada desde Tudela hay que habituarse a todo, a las grandes caminatas de más de treinta kilómetros diarios y al buen yantar que también es contundente. Abrazos
EliminarCon descansos y "aperitivos" así da gusto esa caminata!!
ResponderEliminarAbrazo!
En verdad que sí, el almuercico viene de "güevo". Abrazos
EliminarMe has abierto la gana de comer con esa caminata y con esos huevos con jamón y patatas tan suculentosssssssssssssssss. Ainssssssssssss. Besos.
ResponderEliminarPues, hala, anímate. El próximo domingo, a las ocho, en el Simply para ir a Ablitas. Dos horas de ida, almuerzo y dos de vuelta. ¿Te apetece? Besos
EliminarComo que me pilla un poquino lejossssssssss!!!! me apunto al almuerzo, eso sí. Muaksssssssssssssssss
EliminarHe viajado contigo, Felipe, y leyendo tus avatares culinarios, me siento como si yo mismo los hubiera comido.
ResponderEliminarAbrazo.
Ha sido muy grata tu compañía. Lástima que solamente fuera virtual. Un abrazo muy largo para que llegue a Chile.
EliminarBuenos días Felipe, veo que hacéis lo mismo que nosotros, paseos en buena compañía y buenas viandas, si señor, seguid así y disfrutemos que son dos días: Me ha hecho gracia lo del color panza-burra jajaja!
ResponderEliminarUn abrazo
Toni, el DRAE dice de Panza de burra, en segunda acepción: loc. adj. coloq. Dicho del cielo: Uniformemente entoldado y de color gris oscuro. Comos puedes ver es un adjetivo bien traído que en algunos lugares se utiliza. Un abrazo
EliminarSiempre es bueno comenzar con esos paseos si al final espera tan buena recompensa.
ResponderEliminarQue siga la buena marcha.
Abrazo.
Si se quiere coger algo de forma para hacer una larga caminata hay que prepararse y la recompensa es necesaria. Ya sabes, el palo y la zanahoria. Un abrazo
EliminarFelipe que estupendo es caminar por las montañas, respirar aire puro, ver paisajes relajantes y disfrutar de la compañia de buenos amigos.
ResponderEliminar¡Que suerte tienes!
Y los huevos fritos con patatas, ni te cuento.
Un fuerte abrazo y hasta pronto.
El grupo al que me incorporé hace cuatro años es fantástico en todos los aspectos, pero, hija, no sé qué os ha pasado esta vez a todos con los huevos fritos, con el colesterol que tienen. Abrazos
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