Llegamos a la ciudad a una muy buena hora para el yantar, aparqué el coche y nos dirigimos a la calle Postas. Penetramos en el restaurante, muy acogedor, y solicitamos el menú típico del lugar. En muy breve tiempo, tras un aperitivo de ensalada de tomate, nos sirvió el primer plato que normalmente suele ser el último. Se trataba de una bandeja bien colmada de carne cocida compuesta por manos de cerdo, chorizo, lacón, ternera, jamón y pollo además de unas bolas de un relleno. A pesar de su insistencia no quisimos repetir salvo de la ensalada de tomate.
A continuación el segundo plato que consistió en otra bandeja de garbanzos con berza (col). Unos garbanzos pequeños, suaves, exquisitos. A pesar de su reiteración para que repitiésemos, no pudimos acabar con ellos. Los dejó en la mesa por si queríamos añadirlos al tercer plato como hacían muchos de sus clientes. El tercer plato es la sopa, el complemento ideal por si ha quedado algún hueco en el estómago para que quede completamente homogéneo.
Tras esto unas natillas de postre de las que tampoco consentimos repetir. Terminamos con un café y una queimada obsequio de la casa. Nos fuimos bien servidos.
El primer plato |
El segundo plato |
Cafés y queimada |
Fachada principal de la catedral |
Interior de la catedral desde el trascoro |
Los maragatos dispuestos a dar la hora |
El palacio episcopal |
La capìlla |
Vestíbulo |
Cripta |
El palacio episcopal y parte de las murallas |
Un cocido con los platos en orden inverso. Al final la sopa. Digo yo que para bajar toda la comida, algunos tragos de buen vino caerían. Y eso sí, un buen paseo es lo que se recomienda después de una comida de esas características, aunque yo prefiero primero la visita cultural y luego la comida, por pura vagancia.
ResponderEliminarUn saludo.
Efectivamente se me había olvidado incluir en el menú el vino, un buen caldo de Toro. La hora de las visitas vino determinada por el viaje, pero no es mala opción para bajar la comida. Un saludo
EliminarEstuve en Astorga hace años, de paso, y me encantó. Vaya pinta tiene el plato de legumbres!!
ResponderEliminarAbrazo!
A mí particularmente, es lo que más me gustó de todo el menú. Un Abrazo
EliminarFabuloso día, completo, que comida tan buena con esos garbanzos pequeñito que, junto con las judías, trae mi nuera desde Barco de Ávila, su pueblo. Me encantan tus sorpresas, dudas y conclusiones, sí señor. Besicos.
ResponderEliminarFue un bonito día de viaje desde Cáceres a León. Besos
EliminarConocí Astorga hace unos años. También nos desviamos para conocerla camino de Galicia. Lo que no conocí fue ese exquisito cocido y presentado a la inversa.
ResponderEliminarHa sido un placer pasear por tu espacio.
Saludos.
Bienvenida a mi mejana y vuelque cuando quieras porque siempre serás bien recibida. Un saludo
EliminarHols Felipe: Estupendo relato y estupenda redacción de lo visto y estupendas fotografías. No es alabar por alabar. No. Es que quedo encantado de enterarme de tantas cosas que desconozco. Por cierto, ya falta menos para el viaje que estamos proyectando a Caceres y alrededores. Seguro que lo pasaré genial. Desde Gran Canaria un saludo para todos. Ángel
ResponderEliminarTe quedarás sorprendido por la belleza de Extremadura, la gran desconocida. Yo de momento no tengo previsto ir hasta el verano por lo que va a ser difícil coincidir, a no ser que os vengáis hasta Navarra. Un abrazo.
EliminarEste viaje cocido incluido lo hice el año pasado y me encantó. De hecho subí ambos dos como tu. Es para disfrutar.
ResponderEliminarPoco a poco volviendo a la normalidad. Aprendiendo a manejar el Windows 8.
Buen finde
Un cálido abrazo
Cuando te pongas al día ya nos ilustrarás. Un saludo
EliminarCuánto me ha gustado tu artículo sobre Astorga y qué buenos recuerdos me ha traído de mi visita allí. Es una localidad preciosa, monumental y llena de historia, por ello le dediqué, como tú una letras en el blog también.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Felipe.