miércoles, 28 de marzo de 2012

Nieve en el Campo de Montiel

Como estaba previsto, llegamos a Ossa de Montiel con la hora justa de hacer el reparto de habitaciones y comer. Atrás habían quedado siete largas horas de viaje en  autobús.

Por la tarde, después de un corto descanso, dimos una vuelta para conocer los escasos sitios de interés del pueblo.  Una sencilla iglesia románica del siglo XVI, de apariencia más bien arcaica, dedicada a Santa María Magdalena y con una espadaña que sirve de campanario. La portada luce un arco de medio punto bajo un alfiz. Del interior del templo, de una sola nave, con techumbre de madera de inspiración mudéjar, con arcos transversales y carente de retablo, lo más destacable es su pila bautismal y las dos desiguales columnas romanas que sostienen el coro.

Nos acercamos también a contemplar la fuente de los caños y una réplica del rollo jurisdiccional situado en el Jardín de nuestra historia, antiguo cementerio de esta población. El original quedó en una propiedad privada al hacer la distribución del espacio que quedó libre al ser reubicado dicho cementerio. El hecho de levantar una nueva picota en lugar de trasladar la auténtica nos pareció indignante.

Iglesia. Zona del coro

Para el día siguiente teníamos prevista la visita a la capital de la provincia. "Abrigaos porque han anunciado que mañana va a nevar". Nos lo tomamos un poco en broma, pero cuando, después de desayunar, subimos al autobús caían unos finos copos de aguanieve. Durante el camino, la borrasca se fue incrementando y al pasar por Munera, lugar donde se sitúan las bodas de Camacho descritas en El Quijote, el paisaje comenzaba a pintar de blanco el Campo de Montiel.

La catedral desde el Museo de la cuchillería

A nuestra entrada en Albacete las precipitaciones habían incrementado su intensidad. Poco pudimos ver de la ciudad: el curioso Museo de la cuchillería; la catedral de San Juan, en la que solamente provocaron mí interés unas pinturas que me parecieron de estilo flamenco en una capilla del lado del evangelio; el precioso patio interior de la sala de estudio de la Posada del Rosario; la Plaza del Altozano y la magnífica galería de Lodares, muy similar a la de Milán.  A mí, como esta última no la he visto, me recordó algo la de los Uffizi de Florencia, a pesar de que aquella carece de cubierta. 


Galería de Lodares


Tan breve fue nuestra estancia que ni siquiera pudimos saborear los afamados Miguelitos de La Roda. Nos conformamos con un breve aperitivo, con tapa por supuesto, para capear el temporal.

Patio de la posada del Rosario


Durante nuestro regreso, un manto níveo se había extendido por toda la vasta meseta manchega de la que habían desaparecido pinos, chaparros, sabinas y todo vestigio vegetal. Dominaba un blanco impoluto en todo el amplio paisaje que percibía nuestra vista. El conductor se las veía y deseaba para adivinar por donde discurría la carretera. Munera se nos pasó totalmente desapercibida. Flotaba en el ambiente una cierta prevención.

La nevada desde el autobús

Llegamos con bien a la hora del almuerzo. Seguía nevando y, con buen criterio, se trasladó a ésta la tarde libre que íbamos disfrutar más adelante. Estábamos bloqueados por más veinte centímetros de nieve y era imposible trasladarnos a las lagunas de Ruidera.

Ossa de Montiel a las siete de la tarde. Sigue nevando

Nos sometimos a una dura tarde de copas y mus en el bar. Unas fotos con un Don Quijote autóctono, pusieron el punto pintoresco a un tiempo desapacible. A las once de la noche, los copos de nieve, cual bolas de algodón, caían sin interrupción desde el inicio de la mañana. Nevaba como si no lo hubiera hecho nunca, con ganas.  En realidad, según nos comentó un lugareño, desde el año 1973 no lo hacía durante tanto tiempo.


Nos fuimos a descansar con la esperanza de que cesasen las precipitaciones y pudiéramos realizar las excursiones previstas a Campo de Criptana y Tomelloso.



12 comentarios:

  1. Gracias por permitirme pasear por ese paisaje nevado.
    Saludos

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  2. Cuánto siento que no hayáis podido visitar las maravillosas Lagunas de Ruidera. Vivo en tierras quijotescas, y atestiguo la nevada sobre la Sierra de Calatrava y Campo de Montiel de la que hablas, sucedida la semana pasada. Otra vez será, pero no dejes de visitar ese hermoso nacimiento del Guadiana que, este fin de semana, lucía con sus más espectaculares cascadas de agua a pesar de la sequía. El Guadiana, ya sabes... siempre a su aire...

    Un abrazo.

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    1. Marisa, sí que estuvimos en ellas el pasado día 22, lo que pasa es que solamente he relatado nuestro primer día. En otra entrada tengo previsto hacer referencia al resto de visitas.

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  3. Es increible la nevada de ese fin de semana, yo volvìa de Valencia el martes 20 de marzo y era increible ver una estampa navideña a finales del mes de marzo. Conozco las Lagunas de Ruidera y merece la pena pasarse por aquellos parajes varios dias.

    un abrazo

    fus

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  4. Felipe, con esa nevada ya tenías suficiente tema, que bonitas las fotos. Gracias por estos viajes compartidos.

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  5. Hermosos lugares los que has retratado en tus fotos. Me recuerdan a Bariloche, una ciudad que cuando la cubre la nieve, es preciosa.
    Un saludo desde Argentina.

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  6. Bueno Felipe, es una pena que ir de excursión y que el tiempo no acompañe resulta una experiencia un poco fustrante... pero hace tanta falta la nieve y la lluvia...!!!
    No preocuparseeeeeee!!! hay demasiado tiempo para volver!!!! Besitos!!!

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    1. No ha e falta volver, Liova, cumplimos toda la programación prevista, solamente cambiamos la tarde libre por la de la nieve. Saludos

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  7. Que a finales de Marzo nieve en el Campo de Montiel ya se hace un poco raro, estando en Castilla La Mancha, pero es verdaderamente cierto a juzgar por tus maravillosas fotografias, que, como siempre, complementan todos tus viajes. Un fuerte abrazo.

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  8. Conozco Albacete y me ha gustado mucho recordar de tu mano la plaza del Altozano, el pasaje Lodares...; no conozco las lagunas de Ruidera, que sé que merecen mucho la pena, así que espero la segunda parte de tu viaje. Un abrazo.

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  9. Una esplendidad crónica sobre el campo de Montiel ilustrada por excelentes fotografías. Siempre un gusto venir y disfrutar leyendote.

    Un fuerte abrazo

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  10. Pues tendrás que volver a probar los Miguelitos, no te los puedes perder Ah!!! y de paso prueba " las rocas" bombones especiales de Albacete .
    Un abrazo

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Tu comentario es bien recibido aunque sea anónimo. Muchas gracias por tu atención.

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