viernes, 2 de diciembre de 2011

Agonía de un claustro.

Hace unos días realizamos una visita guiada a la Tudela románica, programada por Albea Asociación de Jubilados y Pensionistas a la que pertenecemos. La cita era para las cuatro de la tarde en la puerta del Museo de Tudela, enclavado en el Palacio Decanal. Comenzamos por el hermosísimo claustro de la catedral al que me voy a referir en esta entrada.

Componen este claustro cuatro galerías constituidas por arcos de medio punto, apoyados en cincuenta capiteles sostenidos alternativamente por columnas dobles o tripes. En estos capiteles historiados se nos presentan temas de la infancia y vida pública de Jesús, la pasión de Cristo, diversas hagiografías y otros  como escenas de caza,  músicos, alguna parábola, aves etc.

De entre todos estos capiteles destaca uno, considerado el más bello, en el que se narra  la resurrección de Lázaro. La plasticidad de los pliegues de las vestiduras, incluso las de la mortaja, es digna de encomio. El maestro escultor fue un adelantado en el tiempo y en el arte al expresar  sentimientos tales como la sorpresa o el hedor que los dos discípulos sienten llevándose  la mano a la nariz para evitarlo, así como la disposición de los personajes en distintos planos dándole un sentido tridimensional, hechos inusuales en el románico.

La resurrección de Lázaro

Poco a poco y con toda minuciosidad, nuestra guía nos fue haciendo partícipes de la historia, vicisitudes y problemas de este claustro.  Comenzó a construirse esta arquería entre los años 1180 a 1185, con piedra caliza tipo campanil, y duró 24 años. Existe un documento de 1186 en el que se describe la donación de unas casas para las obras del claustro nuevo de Santa María. Los capiteles parecen ser obra de un único taller, posiblemente el mismo que trabajó los relieves en el interior del ábside de la Seo de Zaragoza y, muy probablemente, construyó la portada de la ermita navarra de San Bartolomé de Codes.

Explicación pormenorizada de los capiteles

En 1940, ante el mal estado de alguno de los capiteles, se efectuó una restauración en la que se decidió reponer las piezas deterioradas  por unas nuevas realizadas en piedra arenisca. Este hecho, que en ese momento se creyó adecuado,  ha originado posteriormente una serie de problemas que está llevando esta maravilla a una rápida ruina.

Capiteles historiados, lisos y protegidos por malla

La humedad causa que una piedra se introduzca dentro de la otra produciéndose una reacción química que hace que la piedra caliza estalle de dentro hacia afuera desgajando las figuras. Los capiteles en los que ya había desaparecido la iconografía se sustituyeron por otros completamente lisos puesto que se desconocía la figurativa original.  Además, en los años 50, se utilizó cemento portland en algunos capiteles lo que todavía ha agravado más la situación dada la agresividad de este producto con la piedra caliza.

Otro ángulo del claustro.

El grupo Arbotante de la universidad de Zaragoza ha realizado algunos estudios sobre el problema que atañe a nuestra catedral.  La realidad es que los capiteles se están deshaciendo como azucarillos en el agua y es de destacar que el 85% de los daños se han producido en este último siglo. Algunos capiteles se han rodeado de mallas, no para protegerlos sino para evitar que los trozos desprendidos desaparezcan ya que se espera en un futuro poder repararlos con las actuales tecnologías que permiten conservar la piedra.

Lamentablemente a los enemigos que ya tenía nuestro espléndido claustro ha venido a unirse la falta de recursos económicos debido a que la actual crisis hace que estos se destinen a otras necesidades al parecer más perentorias.

La catedral desde el claustro

Abandonamos este maravilloso recinto para continuar nuestro recorrido apesadumbrados por la alarmante situación de esta joya del románico en Navarra no sin antes contemplar una de las bonitas vistas de la catedral de Tudela que se aprecia precisamente desde el interior del claustro.


13 comentarios:

  1. Hola Felipe. He perdido en mi blog, en la Lista de Lectura, tu referencia. Por ello pasan días sin enterarme de tus nuevas entradas y debo confiar en mi memoria para hacerlo. Tus relatos son muy agradables y con ellos nos enteramos de cosas tan interesantes como esta "Agonía del Claustro" que describes. Espero consigan solucionar tan importante problema.

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  2. Hola Felipe!!!! Es cierto que uno no se cansa de admirar su tierra, sus maravillas arquitectónicas... afortunadamente siempre hay gente interesada en estos temas y que se preocupan por mantener el patrimonio. BESOS CACEREÑOSSSSSSSSSS!!!!

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  3. Qué bonita tu tierra Felipe, ese claustro es una preciosidad.

    Un abrazo.

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  4. Si hay una etapa con la que más disfruto es con el románico, primero porque en Andalucía tenemos poco o mejor dicho nada y segundo, porque me obliga a viajar que la tercera cosa que me gusta.

    Un feliz largo puente.

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  5. Excelente entrada, muy bien relatada, amena
    saludos desde Uruguay

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  6. Esperemos una rápida solución de la crisis, por el bien de todos, y también de ese precioso claustro que se deteriora a toda prisa. Un abrazo.

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  7. Qué pena, una vez mas la mano que pretende ayudar resulta enemigo de la obra a reparar. A pesar de todo tengamos esperanza en que se llegue a conservar adecuadamente tan hermosa obra. Beso

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  8. Conocí el claustro en la fiesta de la verdura a la que fui de excursión la primavera pasada. Precioso.

    Creo que si no restauramos nuestros monumentos, nuestros nietos no podrán disfrutar de estas maravillas... pero está el patio para dineritos!!!
    Un beso

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  9. Al tiempo que te lo pasas bien nos haces disfrutar a tus amigos. Esto es perfecto: tú comes y todos engordamos. ¡Gracias, Felipe, eres genial!

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  10. Me ha gustado leerte pero da pena ver que esas cosas tan bonitas que son de nuestra cultura se deterioren de esa manera. Un abrazo Lola

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  11. Paso a desearte un feliz fin de semana! Abrazo!

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  12. Magnífico, como siempre, tu comentario acerca del Claustro de la Catedral de Tudela. Dicen que los años no pasan en balde, paro habrá que hacer algo para que no se nos vengan abajo estos capiteles que tantos años tienen. Tus fotografías, como fuerte abrazo.siempre, bellisimas. Un

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  13. Incondicional como soy del mal llamado "adusto" románico, te doy mi enhorabuena por tan magnífica entrada
    un abrazo
    Raúl
    cuadernodeentresierras@blogspot.com

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Tu comentario es bien recibido aunque sea anónimo. Muchas gracias por tu atención.

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