jueves, 15 de septiembre de 2011

Urederra

Hoy voy a mostraros uno de los rincones más encantadores de Navarra. Se trata del nacedero del río Urederra. Este ocurre a una altura de 713 metros, al pié de un impresionante circo rocoso conocido como el balcón de Ubaba en la sierra de Urbasa. La erosión del agua ha formado a lo largo de millones de años un monumental anfiteatro que impresiona a todos los visitantes. Desde este mirador surgen las aguas del Urederra que, al cabo de 19 kilómetros, atravesando el valle de Améscoa, se diluyen, a la entrada de Estella, en el  río Ega que, según el dicho,  junto al Arga y Aragón hacen al Ebro varón.

Hace bastantes años lo visitamos por vez primera toda la familia. Entonces no había ningún impedimento y descendí con el coche hasta el fondo de un barranco por donde fluía el torrente. Como los niños eran muy pequeños desistí de llegar al lugar del alumbramiento puesto que había que realizar una dura ascensión.

Hace cinco años realicé una nueva visita eligiendo para ello un día esplendoroso. Tuve que dejar estacionado mi vehículo en el aparcamiento del pueblo de Baquedano  porque ya no es posible continuar con él la ruta que se inicia aquí . Bien pertrechados, tomamos el sendero que tras 5,3 km. nos llevaría hasta el nacedero.

Al fondo, el río

Por el bosque


La senda desciende cómodamente hasta un claro junto al río, continúa por  un llano para internarse en el bosque y más adelante va ascendiendo sin que entrañe mayores dificultades. Caminamos contra corriente en paralelo al curso del agua.  Es difícil describir las sensaciones que se nos van acumulando conforme vamos haciendo el recorrido. El contraluz de las hayas y robles, el murmullo del agua que, saltando alegremente entre las piedras, se torna alborotado en las numerosas cascadas, ruidoso en otras de más altura, los remansos cristalinos, las pozas de color verde esmeralda, el crujir de las hojas bajo nuestros pies, el canto de las aves que habitan la arboleda como los herrerillos, los carboneros, los chochines... el vuelo espectacular del quebrantahuesos. Es un bosque de cuento de hadas que hace volar la imaginación.

Una de las cascadas

Cromatismo natural

La travesía se hacía más y más  exigente a medida que avanzábamos. Fuimos ascendiendo hacia el circo y llegamos a una pasarela de madera que atraviesa la corriente. Mi mujer estaba cansada y nos dijo que nos esperaba a la vuelta. Yo, que me había adelantado, la animé a que continuase porque se percibía claramente el estruendo del agua. Tras un titubeo, al tenderle mi mano, accedió y proseguimos la marcha. 

Una de las pozas

El bosque a nuestro paso

Efectivamente, a muy pocos metros se nos mostró el gran espectáculo. Una pared impresionante de granito y surgiendo de ella un torrente en caída libre de 30 metros se estrella en los peñascos desprendiendo una nube de infinitas gotas creando una ambiente húmedo que nos cala de igual manera que el sirimiri. El ruido es ensordecedor a causa de la cantidad de agua que se despeña.

Descanso en el fluir

Reflejos plateados

En un apartado tomamos un pequeño refrigerio y descansamos contemplando semejante esplendor. Ciertamente el nombre en euskera de ur ederra, agua hermosa, hace honor al lugar.

Volvimos recorriendo el mismo itinerario, bien balizado, que no tiene mayor riesgo que el quedar estupefacto ante tanta hermosura.

Del blanco al verde

¿Verde o azul?

Llegamos al pueblo de Baquedano, escenario natural de la película de Montxo Armendáriz "Tasio", recogimos el coche e iniciamos el regreso a casa. Lo pensé mejor y nos dirigimos al cercano puerto de montaña. Dejando a la derecha el pueblo de Zudaire, por donde también se puede llegar al nacedero, ascendimos a la sierra de Urbasa para, desde lo alto del balcón de Ubaba, apreciar el universo verde que se extendía ante nuestros ojos. 

No era la primera vez que observaba tal maravilla. Recuerdo con agrado mis años de estudiante en Alsasua. En alguna excursión llegué hasta este hermoso emplazamiento y, en posición de decúbito prono debido a mi problema de vértigo, presencié semejante belleza que dejó profunda huella en mi memoria.  

16 comentarios:

  1. A través de las imágenes y el texto descubro varias obviedades: la generosa naturaleza navarra, el magnífico fotógrafo que hay en ti, el cronista viajero tan pulcro que estás hecho, y tu buen estado de forma para poder realizar estas escapadas maravillosas cuya aventura dan ganas de emular. Un fuerte abrazo, amigo Felipe.

    ResponderEliminar
  2. Un espectáculo magnífico, lo has narrado y fotografiado dando una muy buenas sensaciones, entran ganas de ir y caminar por esos lugares que nos has mostrado, y después hacer un alto en el camino en cualquiera de los restaurantes o casas de comida y tomar unas buenas verduras navarricas. Abrazos.

    ResponderEliminar
  3. No sé si la mar es la madre de todos los ríos. Si sé que todos ellos, tarde o temprano, van a morir en la mar, y por ello cuando me asomo al Atlántico que me rodea en mi isla redonda creo oír el susurro del agua bajando por entre la arboleda. Tanto río precioso que me gustaría visitar y disfrutar. Un saludo a todos, Ángel

    ResponderEliminar
  4. Qué maravilla de sitio Felipe, dan ganas de tirarse al agua, nada más imaginármelo y me baja la temperatura que sufrimos aquí en Córdoba.
    Preciosos lugares, precioasa fotos y un texto a la altura.

    Un abrazo Felipe.

    ResponderEliminar
  5. Felipe me has hecho viajar con la imaginación ayudada por las buenas imágenes que has presentado. Como yo vivo a pasos del Atlántico seguramente esas aguas estarán , de alguna manera, visitándome y trayendo saludos de ese bello paisaje.
    Mis saludos desde Mar del Plata

    ResponderEliminar
  6. Que hermosura de fotos, parece de verdad el Paraíso Terrenal. Voy a volver a remirarlas ahora mismo !!

    ResponderEliminar
  7. Preciosas cascadas y con este calor que sigue apretando invitan al chapuzón. Supongo que fue todo un disfrutar de la exuberante vegetación. Las fotos bellísimas.
    Gracias por el refrescante paseo
    Bss

    ResponderEliminar
  8. Precioso y por lo que se ve todavía virgen lugar. Aunque no como tú, también yo he disfrutado viendo el lugar con tus fotografía. Hasta la sensación de frescor me ha llegado aquí con tu descripción, en un día de calor insoportable en mi tierra. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. El saber que te acompaña tu mujer me ha sorprendido.
    Como siempre nos haces viajar contigo, menos mal que es de forma virtual, pues no podría acompañarte ni tendiendome las dos manos
    Un abrazo a los dos

    ResponderEliminar
  10. Definitivamente, tengo que ir a conocer Navarra, la tierra de mi abuela materna. Me quedo con la belleza y la frondosidad de sus bosques y con las imagenes de tus preciosas fotografias.

    Un beso

    ResponderEliminar
  11. Ahora que lo explicas tan detalladamente,lamento no haber visto este lugar ya que estuve en la sierra Urbasa.¡Qué parajes tan encantadores!
    Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Que bonito, Felipe. No lo conozco pero seguro que lo voy a poner entre lo primero que quiero visitar. Un abrazo Lola

    ResponderEliminar
  13. Eres un artista Felipe, no solo como narrador
    cualificado, sino como técnico fotógrafo. Me ha encantado tu descripción acerca del rio Urederra. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Qué preciosidad de fotos, Felipe!! Me ha encantado el paseo!

    ResponderEliminar
  15. Al ver la primera imagen y comenzar a leer paré en los primeros párrafos, me puse calzado cómodo y te seguí a pocos pasos de distancia. Al final me encontré sentado en el sillón, sin cansancio, pero con los ojos dilatados por tanta belleza.
    Un abrazo

    ResponderEliminar

Tu comentario es bien recibido aunque sea anónimo. Muchas gracias por tu atención.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...