miércoles, 17 de agosto de 2016

Romance de la añoranza



La luna se ha equivocado,
sigue en pie muy de mañana.

El sol la contempla atónito,
tras su aparición temprana.
Se oye el tañido muy claro,
lejano, de una campana
y el ladrido de los perros
de la alquería cercana.
Mientras, los tristes recuerdos,
al mirar por la ventana,
se agolpan en la memoria
de la venerable anciana
añorando los momentos
felices pasados. Sana
tiene la vista y la mente.
Aun se conserva lozana,
mas su rubia cabellera
ahora se ha tornado cana.
Un día ya muy lejano
la ribera provinciana
dejó para residir
en una urbe inhumana.
Mustia transcurre su vida,
con tristeza cotidiana.
Ayer oropel y riquezas,
hoy penuria franciscana.
Sus ojos cansados muestran
un gran desconsuelo. Gana
la nostalgia siempre viva
del presente y del mañana.


Felipe Tajafuerte. (2012)

3 comentarios:

  1. Excelente Felipe. Ten la certeza que no lo digo por cumplir.Reflejas la realidad de muchos ancianos, hombres y mujeres. Los que llegamos a los llamados " años dorados" con apoyo familiar y realizados, no debemos olvidar a aquellos que lo hacen en condiciones precarias y en soledad.

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  2. Dejo en claro Felipe que me refería a mi mismo al decir "los que llegamos a los años dorados", porque ciertamente tu no estas por entrar todavía a "nuestro club".

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Tu comentario es bien recibido aunque sea anónimo. Muchas gracias por tu atención.

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