domingo, 29 de agosto de 2010

Campus stellae

Asistimos ayer en la Catedral de Tudela a un extraordinario concierto que bajo este título presentó el grupo Ensemble Durendal. El concierto, según la propia leyenda del prospecto, es un viaje musical imaginario a través de las vías de peregrinación hacia Santiago

Ensemble Durendal es una formación de música antigua fundada en 1998 cuyos componentes se han especializado en la de los siglos XIII al XVIII interpretada con instrumentos de otras épocas. Desde sus inicios han desarrollado una  actividad muy intensa ofreciendo conciertos por numerosas ciudades españolas y en varios festivales. Colaboran con otras formaciones nacionales y extrajeras y han realizado grabaciones televisivas, discográficas y en la radio.

Con el fondo del maravilloso retablo del Altar Mayor, pintado por Pedro Díaz de Oviedo en el siglo XV, la suave armonía surgida de los especiales instrumentos utilizados por esta agrupación nos transportaba a los tiempos del medioevo.

En la hora escasa que tuvo de duración escuchamos unas melodías interpretadas con tal sensibilidad que quedamos maravillados. Todos los componentes rayaron a gran altura pero a mí particularmente me llamó la atención Iñigo Casali con una voz sin artificios, bien modulada tanto en calidez como en volumen y, por añadidura, su virtuosismo con las flautas.


En cuanto al programa poco que añadir. Canciones y melodías que abarcan desde el siglo XII al XVII, muy agradables de escuchar y, en mi opinión personal, destacar Aond’irá aquel Romeiro, Hymnus peregrinaron Dum Pater familias (del Codex Calixtinus), Ad mortem festinamus, la lauda OJesu dolce y La mantovana.

En resumen, una velada muy agradable de las debieran repetirse con más asiduidad.

sábado, 28 de agosto de 2010

Turismo en los Monegros (2)


Después de comer, reemprendemos el viaje tomando la carretera que lleva de Bujaraloz a Sástago. ¡Madre mía, qué canícula! Menos mal que dentro del coche se aguanta bien.  Afuera 38º y no se ve una sombra en cincuenta kilómetros a la redonda.


Puerta Real
No nos resistimos a comentar aquellos viajes cuando los vehículos no tenían aire acondicionado. Yo recordé uno que hicimos de Badajoz a Medellín, también en Agosto y a las dos de la tarde. Volvíamos de pasar unos días en Extremadura con motivo de ver una obra clásica griega en el teatro de Mérida. Un viaje inolvidable tanto por una cosa como por la otra.


Locutorio
Aljibe y pozo
No nos desviemos que hace mucho calor. Poco antes de llegar a Escatrón tomamos una pequeña carretera a la izquierda y allí está el monasterio de Nuestra Señora de Rueda con su torre mudéjar rematada en estilo neoclásico. Atravesamos la puerta Real y nos recibe una amplia plaza. Llegamos justo a tiempo para la visita guiada. Tomamos las entradas (de jubilados, por supuesto) y comenzamos nuestro recorrido.


Claustro
Iglesia
Este monasterio cisterciense, fundado en 1202,  no alberga ninguna comunidad religiosa y hoy pertenece al Gobierno de Aragón. Se encuentra bien restaurado haciendo distinción de lo que es original, lo restaurado y lo reconstruido.

Transitamos por la magnífica iglesia de ábside recto, la sacristía, el claustro, la sala capitular, el locutorio, la cárcel, el calefactorio, el refectorio, la cocina, los dormitorios barrocos y terminamos en el claustro bajo con su lavatorio octogonal, aljibe y pozo. Una inspección bastante completa.

A continuación, bajo un sol de justicia, nos trasladamos al conjunto norial donde pudimos observar en funcionamiento la rueda que da nombre al monasterio.

Acueducto y noria

Temíamos a los mosquitos en este lugar a orillas del Ebro, pero no hicieron su aparición.   Estaban acongojados, por no decir acojonados, con semejante temperatura. Tampoco nosotros tuvimos suficientes “congojos” para acercarnos al cercano yacimiento de ruinas romanas y, sin más dilaciones, iniciamos el retorno a casa. 

jueves, 26 de agosto de 2010

Turismo en los Monegros

Monasterio de Santa María Reina o de Sigena


Exterior iglesia
Hoy nos hemos dado un “garbeo” por los Monegros. No es que fuera el día más apropiado para realizarlo, pero ya teníamos preparado el programa: visita a los monasterios de Sigena y Rueda.

A las nueve y media de la mañana subimos al coche y … ¡Hala, a la carretera! Nos esperan unos cuantos kilómetros y cerca de 40º de temperatura.

En menos de dos horas nos plantamos en Bujaraloz y discurriendo por un granado secarral  llegamos a Sariñena, en la provincia de Huesca. Vamos bien de tiempo puesto que las visitas al monasterio dan comienzo a las doce y media.

Como no conocemos el camino echamos mano del “navegador”. Craso error. No sé si ha sido culpa de ese chisme o de mi cuñado. El caso es que tras media hora circulando por una carretera infame abrasada por el sol, una delicada voz surgida del dichoso aparatito se ha apiadado de nosotros y nos ha informado muy amablemente, en mitad del desierto, que habíamos llegado a nuestro destino. Si nos veis la cara en ese momento…

Torre
Interior
Tras la información recabada en el siguiente pueblo, arribamos por fin, a Villanueva de Sigena, donde se encuentra enclavado el Monasterio de Nuestra Señora Reina, pasadas las doce y media. Tenemos que esperar a la próxima visita que se realizará a la una del medio día.

Se trata de un cenobio románico de transición erigido en 1188 sobre una laguna desecada. Su fundación es obra de Doña Sancha de Castilla, esposa del rey aragonés Alfonso II, y en él ingresó al quedarse viuda. Fue el principal monasterio femenino de la orden de San Juan de Jerusalén.


Portada de la iglesia
La guerra de la independencia, la desamortización de Mendizábal en 1836 y la guerra civil en 1936 causaron tales daños en el monasterio que lo dejaron en un estado lamentable por lo que las monjas de Jerusalén lo abandonaron.

Vista exterior
Tras una incompleta restauración, en este momento está habitado por 36 monjas Hermanas de Belén, una nueva orden nacida en 1950.


Es un monasterio pobre, desnudo pero con algunas cosas muy interesantes y es una pieza arquitectónica emblemática del arte románico. De su pasado esplendor queda muy poco.


Concluida la visita, iniciamos el regreso para comer y posteriormente dirigirnos hacia el monasterio de Rueda, pero esto ya es tema para otro post.

viernes, 20 de agosto de 2010

El besoráh de Jesuah nostrí, según el goy Lucano

"Toda guevurah me es dada en ha-shamayim y en ha-arets. Por lo tanto, id y haced también talmidim de todos los goyim, sumergiéndolos ha-shem del Avva, y del Ben y del Ruaj ha-Kodesh; enseñándoles que guarden todo lo que os he ordenado; y fijaos en que estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del olam ha-ze. Amén"

La conversión de S. Pablo (V. Berdusán)
Con este párrafo termina el libro que acabo de leer cuyo título es “El Hijo del Hombre” La historia de Jesús contada por sus discípulos desconocidos; su autor César Vidal.

Se trata de una novela que narra los contactos e indagaciones del discípulo de San Pablo, el evangelista San Lucas (Lucano) para escribir el tercer evangelio, al que se ciñe exactamente sin hacer ningún añadido. La novela es posible que pudiera llegar a enganchar al lector si estuviese escrita en un lenguaje habitual, sin embargo es prácticamente imposible de seguir. En cada página hay de cuatro a diez palabras que hay que buscar en el glosario existente al comienzo del libro. César Vidal nos da una lección de erudición, pero así no hay quien se concentre en la historia por muy conocida que esta sea.

Hago esta crítica como lector normal. No entro en su calidad, que seguramente la tiene. Otros con más autoridad que yo opinarán sobre ella. Esto es un aviso a navegantes y el párrafo con el que doy comienzo a esta entrada es significativo. Hay numerosos muy parecidos.

¡Ah, se me olvidaba! El título de este post: El evangelio de Jesús de Nazaret, según el infiel Lucas.

¡¡Para mear y no echar gota!! (con perdón).

jueves, 12 de agosto de 2010

Perseidas

Foto bajada de la red
Es el primer día que nos quedamos este año a dormir en el huerto. Después de cenar cojo una hamaca, apago las luces exteriores y me tumbo boca arriba para contemplar las “lágrimas de San Lorenzo”

Hace una noche espléndida. Los grillos hace ya rato que han iniciado su habitual concierto. Pasa el tiempo y no veo nada. Quizá sea por la contaminación lumínica de la ciudad cercana. Me levanto y doy un giro a la hamaca mirando hacia el sur. Un avión parpadea avanzando desde la zona del Moncayo. Los murciélagos revolotean por encima de mi cabeza.

De pronto un suspiro de luz. Acabo de ver una estrella fugaz. ¡Y tan fugaz, casi no la veo! Animado me arrellano en mi posición y fijo mi vista con más intensidad en el firmamento cuajado de puntitos luminosos.

Se oye el siseo de la carretera tan próxima. Tip-tap, tip-tap, tip-tap, tip-tap…. Son los “dormidos” del cruce al ser atravesados por los coches.

Otra raya en la pizarra que tengo ante mis ojos. Acabo de ver la segunda estrella.

Es la una de la madrugada y el relente de la noche se hace notar. Cojo un saco de dormir y me lo echo por encima. Me acomodo y me tapo algo más. No quiero coger frío. De súbito, el bufido de un gato me sobresalta. En el silencio de la noche sigue percibiéndose el monótono siseo y el cansino y repetitivo tip-tap de los vehículos que circulan a estas horas.

Amodorrado intuyo una tercera estrella que se dirige de Tudela hacia el Moncayo tan fugaz como las anteriores. Me doy cuenta de que no he pedido ningún deseo. ¡Si es que no da tiempo!

Mi mujer, cerca de mí, me despierta diciendo que acaba de ver otra. Creo que ya he visto suficiente, recojo los bártulos y me voy a la cama.

¡Hasta mañana!

lunes, 9 de agosto de 2010

Banu Qasi

Musa ibn Musa. Tudela
Acabo de leer la novela de mi paisano Carlos Aurensanz titulada “Banu Qasi, Los hijos de Casio”, que lleva camino de convertirse en un auténtico best seller.

No voy a hacer ninguna crítica literaria de esta novela porque no me encuentro capacitado para ello, pero si comentaré la satisfacción que he sentido al conocer las venturas y desventuras de Musa ibn Musa, el “tercer rey de España”, el Moro Muza, como por aquí lo conocemos.

He recorrido con él las calles de “Tutila” (nuestra Tudela), visitado la mezquita sobre la que se asienta nuestra hermosa catedral y he reconocido en la inundación que narra, las veces que el “Uadi Ibru” anegaba nuestras calles. Me he imaginado las murallas que la hacían tan inexpugnable.

He sentido como convivían en nuestra ciudad moros, cristianos y judíos, cómo se ayudan en las grandes dificultades que les acontecen. Y cómo los extremistas radicales, entre ellos algún obispo, enturbian estas relaciones. Son capaces hasta de deshacer la amistosa unión de dos familias, la de Eneko Arista y Musa ibn Musa, hermanos de madre, aunque sea consciente del componente de ficción de la novela.

Guerreros árabes. Miniatura pintada por "al-Wasiti"
Me ha agradado sobre manera  conocer  los nombres árabes de localizaciones tan conocidas y tan cercanas a nosotros que tantas veces hemos visitado.


Hace ya bastantes años leí otra novela que sobre este mismo tema  escribió en su día el ya fallecido Victoriano Bordonaba Castell-Ruiz que llevaba por título “Muza, Rey del Ebro”. Aquella fue más bien una divulgación de la figura de Musa. Esta de Carlos Aurensanz tiene más pretensiones.


No me gusta recomendar libros a personas cuyos gustos no conozco, por tanto voy a abstenerme de hacerlo, no obstante creo que puede ser una obra interesante para los que sean amantes de las novelas con trasfondo histórico, y si son naturales del valle del Ebro con mayor motivo. 
 

domingo, 1 de agosto de 2010

Se acabó

Ya han pasado los 7 días. Foto DN
Han finalizado ya nuestras fiestas y volvemos a la rutina diaria que es, según dicen, donde mejor nos encontramos. Ya no tendremos que madrugar para ver los encierros, ni huir despavoridos por la música atronadora de las verbenas nocturnas de la Plaza Nueva, pero sobre todo dejaremos de atiborrarnos en los almuerzos, aperitivos, comidas, meriendas, cenas y recenas diarios, daremos descanso a nuestros ahítos estómagos. Se impone la dieta para recuperar el punto adecuado de los cinturones.


Esta mañana se echaban en falta nuestros atuendos, blanco y rojo, y nuestro pañuelico al cuello, tan cómodos para nuestras fiestas. No tienes que preocuparte de la ropa a elegir: camisa y pantalón blanco, faja y pañuelico rojos a todas horas. Si hace fresco o sopla el cierzo chaqueta roja o blanca. Si te manchas tampoco tiene demasiada importancia. Hoy, vestidos ya de personas, nos hemos visto "raros".

Uno de nuestros encierros. Foto DN
Tras una semana de vida desbordante de continuo jolgorio, Tudela aparentaba ser si no una ciudad muerta, por lo menos dormida. Poco a poco iremos cogiendo ritmo. 

Con el fin de no dejar para mañana lo que puedo hacer hoy, he reanudado este espacio y en breve espero estar un poco más a tono.

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